Capitulo 1: Danzig

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Nací en 1920 . Cuando los efectos de la gran guerra afectaban aún a mucha gente, en un humilde barrio de Londres, Mi nombre es Helen Falls y aunque  mi familia es humilde, mi padre tiene muy buenas amistades entre las buenas familias de Inglaterra. Combatió en la guerra con algunos de ellos y entablaron lazos muy fuertes. Sobretodo con Alan Hilgarth quien con los años jugaría un importante papel en mi vida 

Mi padre cuenta que nací el día que ocurrió un hecho histórico; y es que nací justo el día en Danzig fue declarada ciudad estado libre y con su propia autonomía; de ese modo dejaba de pertenecer a Alemania de la que formaba parte incluso desde antes de que esta se unificase. Danzig se declaró una ciudad estado libre de acuerdo con el 3r apartado de la novena sección del tratado de Versalles de 1919, por la que Danzig dejaba de formar parte de Prusia (Alemania) y pasaba a estar bajo la tutela de la sociedad de Naciones. La ''liberación'' de Danzig entro en vigor el 19 de junio de 1920, justo el día en que yo vine a este mundo. Más tarde recalcaré este hecho ya que fue muy importante en el curso de la historia del siglo XX.

Durante mi infancia, aunque he sabido lo que es sufrir frío en invierno y tener que comer pan pasado cosa bastante habitual aquellos años, no me puedo quejar porque nunca me ha faltado el calor de una familia y pude aprender a leer y a escribir e incluso tuve nociones  de geografía e historia ; algo a lo que no todo el mundo tenía acceso en dichos tiempos.

Soy de estatura normal, facciones pequeñas, ojos azules heredados de mi padre y unos cabellos rizados y pelirrojos heredados de mi madre.. A los pocos meses de nacer me atacó el virus del apolio y a causa de eso cojeo de forma bastante notable. Sin embargo, eso no me impidió hacer vida prácticamente normal; eso sí, tuve que afrontar todo tipo de prejuicios de la gente.

Durante un tiempo, no me llamé Helen Falls sino Helen Thompson; dado que estuve casada con un empresario llamado Nick Thompson, pero  a causa de una serie de acontecimientos que ocurrirían a lo largo de algunos años, volvería a usar mi apellido de soltera; el de mi padre ; Falls.

Hubo 3 fechas en las que supe que iba a cambiar mi vida de una forma u otra. La primera fue cuando Adolf Hitler llegó al poder en 1933, cuando yo tenía 13 años. O bien por lo que escuchaba decir a mi padre o bien por mi propia opinión le dije a mi madre

- Mamá ¿vamos a acabar en guerra verdad?

- Céntrate en tus cosas Helen- me dijo

Nunca volví a recordarle aquella conversación hasta que Inglaterra no le declaró la guerra a Alemania.

La segunda fecha en la que intuí que el mundo iba a cambiar fue al poco tiempo de casarme con Nick; mas concretamente el 30 de septiembre en 1938. Aquel día se realizó en Münch un ultimo intento de salvar la paz en el mundo. Por un lado, se reunieron el que fue primer ministro británico entre 1937 y 1940, Neville Chamberlain, y su homólogo el socialista Edouard Daladier, primer ministro francés entre 1938 y 1940. Al otro lado de la mesa estaban Hitler y Mussolini. Hitler juró que si le entregaban Sudets, una provincia checa no reclamaría otro territorio. Daladier y Chamberlain aceptaron. Me lo contó una amiga, hija del embajador británico en Alemania.

- Ya.... Claro y crees que se va a detener y solo se va a conformar con Sudets no? 

-Mi padre dice que sí o al menos eso espera 

- Yo no me fiaría mucho.... Ese hombre es un amargado excombatiente y quebrantará el tratado a la mínima opción que tenga-le rebatí 

Hablamos unos minutos más de cosas vanales de la vida y colgó . 

Mi vida cambió radicalmente cuando el 1 de septiembre de 1939, cuando tal y como había pronosticado, Hitler bombardeó Danzig; la guerra empezó dos días más tarde, cuando Francia e Inglaterra mandamos una declaración de guerra a Alemania.  ¿Cómo se atrevió ese monstruo a romper una cláusula del tratado de Versalles tan importante como esa? Me encerré en mi habitación y me puse a analizar cómo serían nuestras vidas a partir de ahora y qué decisiones tomar. 

 Mientras pensaba en qué iba a pasar a partir de ahora me tomé tres vasos de whisky escocés; cada uno en un vaso diferente, por que cada vez que pensaba en que nos habían metido en una guerra, la rabia se apoderaba de mí y rompía el vaso contra la pared de la habitación;  pero al menos yo pensaba en cómo hacer frente a esto y en seguir adelante a cualquier precio; aunque para ello fuese necesario ponerme un uniforme de soldado y empuñar un fusil (cosa que muchas mujeres harían un par de años más tarde); sin embargo, para las generaciones que vivieron la gran guerra,  sobre todo para los hombres que lucharon en ella, esta noticia cayó como un jarro de agua fría; uno de los últimos recuerdos que tengo de mi padre es el aspecto con el que entró en casa aquel 3 de septiembre a las 5 de la tarde. Cuando escuché que ponía las llaves en la cerradura fui corriendo al salón y se me llenaron los ojos de lagrimas al ver el aspecto que tenía.   Parecía que hubiese envejecido 15 años en tan solo unas horas; llevaba el pelo desecho,  se había roto la gabardina y llevaba la camisa y la corbata desabrochadas; apestaba a alcohol y tenía los nudillos de la mano derecha destrozados. Seguramente se los habría desecho golpeando la barra del bar de Kevin; su mejor amigo.

- Todo se ha cumplido. Tenías razón- me dijo apunto de llorar 

- Papá.... Es necesario que alguien le pare los pies a ese loco

- Pero.... ¿qué tenemos que ver nosotros en Polonia? ¡que se defiendan ellos mismos!

- Papá te recuerdo que ha roto una parte del tratado que tanto os costó conseguir y que Polonia no tiene medios para su defensa

-No es mi problema que estén menos desarrollados que Inglaterra 

-A ver papá. Ha unificado a todos los pueblos de habla alemana y ha firmado un pacto con Stalin. Con el comunismo. ¿Qué quieres? que nos destruya a todos? A mi no me gusta la violencia, pero era necesario entrar en guerra. Además después de que se le diese Sudets dijo que no reclamaría ningún otro territorio y ha ido a por Danzig... Eso ya no cuenta como territorio germano parlante sino que es un estado libre. 

- Hija.... Tu no lo entiendes.... No te has despertado con el estallido de los morteros, no has usado el cadáver de un compañero como escudo humano para salvarte del enemigo, no has pensado en dispararte a la pierna para volver a casa y dejar atrás todo aquello, a ti no te han apodado el de las botas alemanas por haberle robado las botas a un oficial enemigo por que las tuyas se habían roto. 

- Todo eso fue cuestión de supervivencia papá. No podías hacer nada; 

- Mi supervivencia y mis ganas de aferrarme a la vida me las disteis David y tú cuando nacisteis 

David es mi hermano gemelo y desapareció cuando éramos niños. Justamente hoy le ha venido a la mente a mi padre. Supongo que por que pensará que le tocará luchar en el frente.   Tras hablar un buen rato más con mi padre, él me hizo ser más consciente de los peligros de la guerra y yo le convencí de que esta guerra acabaría muy pronto ya que bajo mi punto de vista, solo se trataba de una especie de toque de atención de Francia e Inglaterra a Alemania. 

Mi madre se enteró de lo que había ocurrido cuando llegó a casa; tuve una conversación parecida a la que había tenido con mi padre y llegamos a las mismas conclusiones. 

Me quedé muy preocupada por mi padre; mamá y yo sabíamos que no tenía fuerzas para soportar otra guerra pero; ninguna de las dos podíamos imaginar que a  Mike Falls le quedaban menos de 48 horas en esta tierra. 

Marineras de guerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora