El Dibujante De Los Sueños (Editando)

Planes para despertar.

¿Que está pasando? Rayos...
Podía ver mi cuerpo en el patio y a todos los alumnos alrededor,fue desconcertante...
Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo al sentir un leve tirón en mi brazo izquierdo. Era el niño,de nuevo.
-Oye,no me has dado tiempo a terminar tu sueño...-se lamentó el pequeño, quien llevaba consigo un adorable pintor manchado de diversos colores y sus mezclas- y veo que no has plantado lo que te regalé,por que? No te gusta?
Su rostro hizo una mueca al formular la última pregunta,parecía que lloraría en cualquier momento.
-S-si me gusta,lo iba a plantar cuando saliera del colegio-me apresuré a decir,ya que temía a tener que aguantar el llanto de un niño que no conocía... Es cierto...- Oye,tu sabes por qué puedo verme si estoy inconsciente?

El niño giró la cabeza extrañado y respondió
-Bueno,es que yo no sabía que cerrarías tus ojos tan pronto... Entonces no he terminado de dibujar tu sueño,lleva tiempo,sabias?
-Dibujar mi sueño? Quien eres?
-Hum... Mira,prometo explicártelo más tarde,ahora despierta quieres? Necesito terminar esto y ya llevas más de 30 minutos inconsciente... Se van a preocupar.
-Como se supone que despierte?,no se hacerlo
-Averigualo
Y se fue,el niño desapareció sin más dejándome ahí viéndome rodeada de personas que no parecían moverse.
Pensé que pellizcando mi brazo despertaría. Un intento fallido.

Después de varios intentos, como jalar mi cabello o golpearme alguna parte de mi cuerpo, pensé que lanzarme desde el techo de una de las torres del colegio sería la mejor idea,asi que lo intenté.
Traté de subir por algunos ladrillos que sobresalían de la torre ya que no se veía por completo,pensé que sería obra del niño y sus pinturas pero rápidamente borré ese pensamiento de mi cabeza y me centré en mi plan para despertar.
Me resbalé dos o tres veces,y el niño volvió a aparecer pero esta vez sonriendo con un brillo de picardía.

-De haber plantado mi regalo no estarías pasando por esto.- dijo mirándome fijamente y con sus manos en los bolsillos
-Es sólo una semilla,que puede hacer?
-Crecer,supongo.-respondió cortante
-No crece tan rápido,niño-dije blanqueando mis ojos
Retomé mi plan y traté de escalar de nuevo por la pared de la torre pero el niño me detuvo
-Que terca eres... No crecerá si no lo deseas,tonta.

El niño se volteó. Tomé la semilla en mi mano y dudando hice un pequeño agujero en la tierra donde estaba parada,sembré la semilla y esperé...
-Si no crece,no sirves.-dijo el niño cortante. pero lo ignoré
Cerré mis ojos,estresada... Pensé en que una escalera me serviría en ese momento.
Al abrir mis ojos un pequeño brote salía de la tierra. Este brote pronto se volvió grande,crecía con gran velocidad. Una hermosa enredadera se estaba formando frente a mis ojos. Por alguna razón,me recordaba a la planta que había en casa.

-Asombroso...-El niño observaba con atención lo que surgía de la tierra.-Puedes usarla para trepar

Y lo hice,trepé por la enredadera que se acomodaba perfectamente a mis pies y manos,su agarre era agradable al tacto así que no tardé mucho en llegar hasta donde queria. El niño me esperaba arriba,sonriendo como siempre,no dejaba de preguntarle cómo lo había hecho y sin embargo él me desviaba de las preguntas hablando de lo que había logrado con la semilla.
Me pidió que despertara,diciendo que mi padre había llegado.
Dudé en saltar,pensé que si moría en mi sueño moriría en la realidad. Comencé a retroceder arrepintiéndome de la decisión que había tomado,pero un empujón me apartó de la superficie y comencé a caer.
El miedo se apoderó de mí, cerré los ojos y grité desesperada. Al abrirlos noté las caras extrañadas de mi mejor amiga y la enfermera del Instituto. Les dediqué una sonrisa y aparté la mirada,avergonzada.