01. El secreto del dios de las travesuras

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~ * ~ 01. El secreto del dios de las travesuras ~ * ~  

-Lo siento mi niño... -susurró acariciando los rubios cabellos de su niño, quien dormía con un lobo de peluche platino en sus brazos, sonriendo con ternura, había logrado dormirlo tras escucharlo llorar por su madre aquella noche. Besando sus cabellos, ella también lo había notado, la magia de Loki seguía ahí, protegiendo a ambos a pesar de que el talismán se hubiera roto indicando que su creador había fallecido.

Amora apretó la quijada con fuerza, evitando soltar alguna lagrima traicionera, le había prometido al ojiverde que cuidaría su tesoro mientras ponía sus cosas en orden, sin embargo, desde un mes atrás este había desaparecido, y muy pocas veces podía notar su presencia alrededor de ellos, como si no pudiera hacer más, lo que le preocupaba porque indicaba que el hechicero estaba en peligro.

La primera vez que paso ello fue cuando los Chitauri lo habían atrapado tras un año del nacimiento de ese hermoso bebé, más el de cabellos oscuros siempre buscaba como estar presente para su hijo, pero... esta vez estaba seguro que no volvería, el talismán no mentía, seguramente la magia que los cuidaba se iría en algún tiempo al no poder ser renovada.

"Te los suplico Amora... cuida de mi bebé..."

Sonrió ante el recuerdo, liberando un ahogado jadeo, ella había estado ahí cuando Loki cayó en la oscuridad, llevándolo a Midgard, donde descubrió la presencia del pequeño en su interior, viéndolo crecer y guardando todas las fotos y videos para cuando Fenrir fuera mayor, por si algún día faltaba.

El hechicero siempre había estado en peligro, como Jotun era una reliquia robada, lo que lo mantuvo a salvo hasta que ayudo a pelear contra su padre, haciéndolo un traidor e iniciando que su mundo se desmoronara. Más ese pequeño niño lo había hecho sonreír a partir del conocimiento de su existencia, y con esa imagen mental se quedó dormida, abrazando al pequeño que conocía la desaparición de su madre.

La rubia se levantó temprano, llevando al pequeño al colegio antes de ir al trabajo, muy a su pesar Midgard le había conquistado y ahora trabajaba en una agencia como modelo, aprovechando sus atributos había podido posicionarse, obteniendo una gran fortuna que, si bien no necesitaba, todo era resguardado para la seguridad de su niño, cosa que el moreno había hecho en su momento antes de volver a Asgard, pero algo le inquietaba, ese día tenía un mal presentimiento...

Fenrir jugaba con el medallón que su madre le diera, estaba inquieto tratando de comunicarse con él ante el desaparecer de su magia, sentado en el jardín del colegio mientras esperaba a su tía, quien iba a buscarlo cada día desde que su madre había tenido que irse de viaje.

- Mami... -jadeo, tratando de buscarlo con su magia, cayendo de bruces cuando un niño más grande lo empujo fuera de la banca.

- Hola fenómeno... ¿Acaso se han olvidado de ti? –sonrió Eric, un chico pelirrojo y pecoso que adoraba molestarlo al igual que a sus compañeros, simplemente por ser más pequeños que él.

- Eric... -murmuro con temor, buscando ayuda con la mirada, su tía aun no llegaba y la profesora parecía entretenida hablando con Shany y sus padres, una nena castaña de su edad. Soltando un lloriqueo cuando Eric lo empujo de nuevo cuando se levantaba.

- Vamos fenómeno... defiéndete... -sonrió tirándolo al piso cuando lo vio ponerse de pie para huir.

- ¡Déjame! –lloriqueo, chillando antes de caer de nuevo al piso.

- Eres débil... -sonrió antes de salir disparado contra un muro por una fuerza extraña.

Fenrir había alzado su mano para defenderse y sin querer había usado su magia, la cual al estar temeroso comenzó a salirse de control, asustándolo.

- ¡MAMI! –lloriqueo, notando que el cielo se oscurecía de pronto, dejando caer una fría tormenta mientras gritaba aterrado, chillando ante los relámpagos que comenzaron a aparecer en esa zona- ¡MAMÁ!

Lo anterior sucedía mientras en Manhattan en la ciudad de Nueva York, Nick Fury llamaba a los Vengadores ante un extraño suceso en Palm Beach, Florida, siendo Strange quien se había unido a ellos por razones desconocidas quien transporto a todos al centro de la tormenta. Donde creo un escudo para poder observar como todo giraba como un tornado en medio de una tormenta de nieve.

-Esto es extraño...- dijo Stark-No es temporada de nieve ni de tormentas...

-Esto no es natural Tony... hay magia involucrada... -musito Wanda observando el caos, notando una pequeña figura verde en medio de aquel caos-Ahí, ese es el centro...

Thor estaba inmóvil ante la escena, solo había visto algo así y fue cuando su hermano había perdido el control de sus poderes al saber que era hijo de Laufey y no de Odin como había pensado tantos años.

-Loki... -jadeo, siendo escuchado por todos- ¡Loki!

Su grito resonó tratando de llamar la atención de la figura en medio de la tormenta.

-Eso es imposible Thor.... –declaro Steve mientras los demás revisaban si los civiles cercanos estaban a salvo.

-No... Algo similar paso cuando perdió el control en Asgard... -declaro encaminándose hacia el origen del caos, caminando con fuerza y convicción a pesar de que el viento y todo lo que arrasaba eran un peligro para él.

- ¡Espera Thor! –declaro Stark, seguido por Hulk que intentaron detener al rubio, quedando los tres estáticos al escuchar la voz del dios de las travesuras.

- Calma cariño... ya estoy aquí hijo mío...

La tormenta aminoro ante esas palabras, desapareciendo primero los truenos, seguidos de la nieve, por último, las nubes aclararon mientras la figura cubierta de aquella magia esmeralda descendía, dejando ver una pequeña figura que corrió a los brazos de Loki, quien se había arrodillado para abrazarlo.

- ¡MAMI! –lloriqueo, frotándose en su pecho, sollozando mientras el dios del trueno se acercaba junto con el hechicero supremo, quienes fueron ignorados ya que el de cabellos ébano calmaba al pequeño que no tardo en dormir en sus brazos.

- Calma pequeño –susurro, jadeando antes de cambiar a una rubia de ropas rotas y heridas causadas por la tormenta.

- Amora... -llamo Thor, causando que la rubia quisiera huir al percatarse de ellos, siendo encerrada por el doctor Strange.

- Señorita... creo que nos debe unas respuestas declaro el hombre de acero que descendió ante ella.

-Stark... Odinson... Strange... -gruñó, apretando más al pequeño contra su pecho, asintiendo a pesar de que su mente se negaba a hablar, pero su razón estaba en lo cierto, ahora no había mejor lugar para Fenrir que con los vengadores y su padre, no cuando este resentía la muerte del amo de las travesuras-Esta bien, hablare, pero debemos llevarlo primero a un lugar seguro... y... tras decirme como murió Loki...

-Muñeca no juegues no nosotros, no tenemos por qué responder....

-Stark –le detuvo el capitán América antes de que el hechicero supremo los llevara a la torre a pesar de sus quejas.

-Están a salvo, ahora habla... -musito el hechicero mientras se dejaba caer en un sofá cercano ante la mirada sorprendida de los otros vengadores.

- Solo se lo diré a estúpido dios del trueno... -musito la rubia que se acomodó en la alfombra, apareciendo almohadas para tener en su regazo al pequeño.

- Amora no estamos para juegos... dinos ¿quién es ese niño? -La hechicera lo miro mal, después de todo tenía ante ella al que tanto daño le había causado a su amigo.

-Este pequeño se llama Fenrir Laufeyson, es hijo de Loki...


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¡¡¡He vuelto!!! y con una historia corta de Thorki, esto es nuevo, es mi primera historia de los vengadores y la primera que no es de Harry Potter. En fin, mi musa se puso de ocio y me dejo esta preciosura.

Esta historia se conforma de cuatro capítulos... así que se puede hacer la cuenta regresiva para el final....

Saludos.
Lady Naenox.

PD. La única advertencia es que es un yaoi, específicamente Thorki...

Revelación en MidgardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora