"Vendido por Amor"

Haciendo las pases

Ciel estaba intrigado con lo que miraba, no solo era una foto donde su padre Vincent aparecía acompañado del nuevo socio de la empresa, Undertaker.

Algunas fotos eran de otros lugares que el no conocía, lo mas extraño es que estaban muy cercanos.

- Ciel...tu padre viajaba mucho? - pregunto Violet dudoso.

- Si, el viajaba frecuentemente los últimos meses antes de su accidente donde falleció -

- Es primera vez que conoces a Undertaker, no es así? -

- Si, nunca lo había visto...ahora que lo pienso cuando nos presentamos me miraba de una forma extraña -

- Eso me da a entender que él sabe quién eres, que tú padre era Vincent obviamente -

- ¿Sabes algo? Othello no hizo nada al respecto con mi falsificación de indentidad...ahora esto encaja un poco - miraba dudoso a su compañero.

- Entonces Othello también sabía   quien eras, por alguna razón necesitaba que tú mismo estuvieras cerca de Undertaker -

Violet tomó su teléfono móvil y sacó fotos de las imágenes para tenerlas de resguardo. Ciel tomó la memoria de la laptop y la guardo para entregarla a Othello.

- No diremos nada de las fotos qué vimos, tenemos qué hacer de cuenta qué no sabemos nada y de ese modo investigar porque mi padre estaba con Undertaker - murmuró Ciel.

- Trataré de averiguar si Othello te solicito por alguna razón o fue simple casualidad - comento Violet.

Ambos asintieron y salieron rápidamente de la oficina, Cómo si nada, Violet llegó con Othello y le entrego la memoria.

- Muchas gracias, sabía que eres muy eficiente Violet - sonrió amable.

- Me retiro si necesitas algo llámame, estaré aquí cerca - salió de la oficina.

Mientras tanto, la joven castaña llegaba con sus carpetas en mano. Estaba muy interesada en su nuevo jefe así qué quería ser servicial para poder despertar el mismo interés en él.

Bajó a la recepción y preparó un café, le agrego un poco más de azúcar y crema. Ciel estaba justamente ahí mirando.

- Buenos días señorita Matilda, ese café es para usted? - saludo Ciel.

- Buen día, es para el señor Michaelis está casi por llegar - sonrió.

- Ho ya veo, pero al señor Michaelis no le gusta el café con crema, su favorito es amargo - sonrió un poco burlón.

- No creo, se lo llevaré de todos modos estoy segura que le gustará -

Ciel se acercó un poco para tomar un vaso y preparar su café, mirando de forma altiva a Matilda murmuró.

- Creo que yo sé más de sus gustos de lo que tú podrías saber -

- Que...- se quedó callada y tomó el vaso de café.

Se alejó algo nerviosa, la mirada de Ciel era de doble sentido, que trato de advertir? Aun así ella estaba empeñada en llamar la atención de Sebastian.

Entró a la oficina y al poco momento llegó su jefe.

- Señor Michaelis, le traje un café para empezar el día -

- Gracias Matilda, es agradable seas tan servicial -

- Gracias...- se sonrojo un poco.

Sebastian tomo un poco de su café lo cual hizo una pequeña mueca.

- ¿Paso algo? -

- Disculpa, es solo que no me agrada el café con mucha azúcar y crema - se disculpó y dejó el vaso en el escritorio.