Apuros

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Ciel es un joven de 17 años recién cumplidos, su padre Vincent falleció hace pocos 4 meses en un accidente de trabajo. Lo poco que la empresa pagó lo ocuparon para pagar las deudas de su casa y los trámites de la defunción.

Todo parecía ir tomando curso nuevamente hasta que un desmayo de su madre, Rachel, evidenció una enfermedad delicada, aquí es cuando sus problemas se ven afectados pues necesitaban estudios y diversos exámenes.

El seguro médico lo perdieron así que no tenían más que acudir a un médico particular, por el momento no tenían más familia cerca que pudiera ayudarlos, solo estaba su tía Angélina pero con ella nunca podrían confiar pues en vida de su padre ella intento meterse con él. Frances, hermana de Vincent solo podía ayudar con lo poco que podía pues su esposo estaba de viaje y no podía desamparar a sus dos hijos Edward y Elizabeth que estaban estudiando.

Para Ciel lamentablemente la escuela tendrá que esperar, era pagar médico o sus estudios, su madre se llenaba de angustia al ver que el futuro de su hijo estaba en peligro y ella no podía hacer nada al respecto.

- Necesito un trabajo - eran las palabras decisivas del joven hacia su enferma madre.

- Ciel hijo mío, con tu edad no vas a encontrar nada que te pueda servir, no tienes experiencia ni documentos que lo demuestre -  la angustiada madre le trataba de hacer entender que sería difícil buscar algo que fuera bien pagado.

Sería complicado, le faltaba un año para ser mayor de edad y sin experiencia en nada no lograría conseguir un empleo donde le pagarán algo decente.

Pensativo salió hacia la ciudad buscando en periódicos o almacenes alguna oportunidad de trabajo, algo decepcionado al recibir solo rechazo y uno que otro empleo súper mal pagado empezaba a desesperarse.

Llegando a un edificio logro ver un anuncio, aunque la decepción llegó nuevamente.

"Se solicita asistente de oficina, buena presentación y disponibilidad requisitos:

- de 17 a 23 años
- disponible de horario
- facilidad de aprendizaje
- sexo femenino
- con o sin experiencia
Presentarse con solicitud de empleo"

Era el empleo perfecto, no pedían referencias, la edad era adecuada y no se veía tan difícil, el único problema era el sexo. Necesitaban una mujer no un chico, nuevamente frustrado camino directo a su casa sin ganas de nada .

Llegando a casa se encontró con la sorpresa de la visita de su prima Elizabeth, estaba con su madre en la sala y unas bolsas llenas de ropa.

- Mira querido, tu tía nos mando estos vestidos de Lizzy para poder venderlos, si los ofreces en alguna tienda de segunda mano quizás te den algo de dinero - comentaba Rachel contenta.

- Está bien, deja los acomodó para darme un idea -

- Yo te ayudo Ciel!!! - animada la rubia tomaba las bolsas llenas de ropa, era tímida para aceptarlo pero gustaba de él en secreto.

Revisando una de las bolsas encontró unos vestidos casi nuevos y una peluca color azul marino con dos coletas y unos zapatos.

- Esos son de un día de Halloween, mi mamá pensó que me vería bien pero en realidad ese color ni me agrada -

- Ya veo, dile que gracias, veré si puedo venderlos mañana -

- Nos vemos, si necesitas algo me llamas-   Lizzy se levantó del sillón y se despidió con un beso en la mejilla.

Pasaron las horas y en la noche se le ocurrió una idea al jovencito, sería arriesgado pero era la única opción para poder ayudar a su madre. Necesitaba hacerlo pues se venían grandes gastos que afrontar.

"Vendido por Amor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora