"Dicen que por cada persona que te hace daño, hay otra dispuesta a curar tus heridas y hacerte feliz."
Estaba oscureciendo, el manto blanco de cristales de hielo cubría la ciudad por la que vagaba Harry.
Parecía que no iba a parar de nevar en un largo tiempo, pero no le importaba. Sus ojos lagrimeaban gotas de sal, y se hallaba sentado en un banco, tiritando de frío.Su padre le había gritado de nuevo e intentado golpear, culpándole de que su madre les hubiera abandonado. Él era uno de sus mayores problemas. Le insultaba hasta por su físico, consiguiendo crear complejos en el pequeño.
Una fina capa de nieve ya cubría parte de sus hombros y cabeza.
A lo lejos, una persona despreocupada caminaba por ahí, vio al chico pero no le importó mucho; solo un tonto sale con este clima, pero a medida que se acercaba, apreció quien era.
—Oye, ¿qué haces aquí?, vas a enfermarte. —Se agacho delante del rizado y tocó su cara, sintiendo los temblores del chico y donde se encontraban algunas lágrimas algo congeladas. Él negó.
—Entonces ve a tu casa, no deberías hacer esto.
—¡No! No volveré. —Louis pensó durante un minuto para luego abrazarle, solo para que no tuviera tanto frío.
—Vamos, no llores. Hmm... ¿Te compro un helado? —Ni siquiera habían tiendas abiertas en ese momento, se golpeó mentalmente.
—No gracias. ¿Y por qué estás tú aquí, Lou? —En su cara se dibujó una mueca, no le gustaba ese apodo, pero se lo permitiría por la situación. Harry estaba más tranquilo, gracias a él.
—Me gusta salir por la noche. Que más da. —En verdad solo quería desaparecer de su casa. —Si no quieres volver, al menos ven a la mía. Tampoco vas a quedarte a morir aquí como un bloque de hielo.
—No sé... —Aun así Louis le hizo levantarse y seguirle hasta lo que sería su "hogar".
Era una casa color beige, con dos pisos, ni muy grande ni muy pequeña.
Lo hizo subir rápido, no quería que nadie los molestara. El rizado observó la gélida habitación del chico, era bastante oscura.
Escuchó a su madre llamarle y diciéndole que esperara, bajó hacía donde se escuchó la voz.
—Qué pronto vuelves. —Su madre comentó indiferente. Su hermana cenaba en la mesa.
Su madre no era la mejor madre del mundo según Louis, no les trataba dañinamente, pero no era nada afectuosa, razón por la que su padre nunca estaba en casa. Antes le dolía que no le hubieran brindado apoyo sus progenitores, aunque ahora mismo ya pasaba de todo.
—Ya. Comeré en mi habitación. —Cogió algo de alimento para dos personas sin que se enterara ella, lo que fue bastante fácil, y volvió a su ubicación anterior. Sentándose al lado de Harry en la cama, le dio algo de lo que trajo, pero este no fue muy receptivo que digamos. —¿Me contarás que ha pasado?

ESTÁS LEYENDO
Ocean eyes; Larry
Short StoryLos ojos azules del mayor eran hielo, si te acercabas podías quemarte; Los verdes del rizado, eran como el océano, pero tal vez a Louis no le importaba hundirse y a Harry quemarse. •Los epígrafes que pongo no son frases mías. Sin embargo, no tengo n...