DEPREDADOR [Koomin]

Una propuesta

- Me preguntaba si.... Bueno..., si tal vez tenías intenciones de pedírmelo tú.
Me tomé un momento de respiro, soportando a duras penas la culpabilidad, por mera casualidad, vi a Jeon de reojo inclinando la cabeza hacia mí con gesto de reflexión.
- Creo que deberías aprobar la propuesta de Minho - le dije.
- ¿Por qué?, ¿Acaso ya invitaste a otra u otro? - posó su mirada en Jeon.
- No es eso.. - dije mientras pensaba en una escusa - Es que ese día debo ir a Shangqiu si o si.
- ¿En serio? - preguntó más aliviada - ¿Y no puedes hacer nada para quedarte? - insistió
- No, lo siento.

Cuando iba a seguir hablando apareció el señor Hyuk Jin. Nunca había recibido con tanta alegría al profesor de matemáticas.

Jungkook me miraba con curiosidad, aquel habitual punto de frustración de sus oscuros ojos era ahora aún más perceptible.

Le volví la mirada, esperando que él apartara la suya, pero en lugar de eso, continuó examinando la expresión de mis ojos a fondo y con gran intensidad. Me comenzaron a temblar las manos.
- Señor Jeon - le llamó el profesor, que aguardaba la respuesta a una pregunta que yo no había escuchado.
- 34% - respondió; parecía reticente mientras se volvía para mirar al señor Hyuk Jin.
Clavé la vista en el libro en cuanto me liberó de su mirada, intentando centrarme.

No podía permitirle tener ese grado de influencia en mí. Era patético; más que patético, era enfermizo.

Intente ignorarlo con todas mis fuerzas durante las últimas horas de clases y, dado a que era imposible. Me volví de espaldas a él cuando al fin sonó la campana que indicaba el fin de las clases por hoy, esperando a que, como de costumbre, se marchara de inmediato.

- Jimin
Su voz no debería resultarme tan familiar, como si lo conociera de toda la vida.
Me volví lentamente. No quería sentir lo que sabía que iba a sentir cuando contemplase su rostro perfecto. Tenía una expresión tranquila cuando al fin lo miré.
- ¿Qué? ¿Me vuelves a dirigir la palabra? - lo pregunte finalmente con una involuntaria nota de petulancia en la voz.

Sus labios se curvaron escondiendo una sonrisa.

- No, en realidad no - admitió.
Entrecerré los ojos y respiré profundo.
- Entonces, ¿Qué quieres Jungkook? - pregunté sin abrir los ojos.
- ¿Qué hay en Shangqiu? - preguntó curioso.
- ¿Cómo sabes sobre lo de Shangqiu? - ya sabía la respuesta.
- No has respondido a mi pregunta.
- Bueno, tú tampoco respondes a las mías.
- ¿Qué preguntas?
- Por ejemplo, ¿Cómo paraste la camioneta?
- Fue un subidón de adrenalina, es algo muy común, miralo en Google - respondió.
-... Sol, es lo que hay en Shangqiu - cuando intenté bajarme de la silla por poco me caigo al suelo pero Jungkook me agarró.
- ¿Podrías al menos tener cuidado? - dijo irritado - lo siento, estoy siendo grosero otra vez, lo se, pero es mejor que sea así.
Parecía ser sincero.
- Es mejor si no somos amigos - me explicó.
Volví a entrecerrar los ojos. Había escuchado eso antes.
- Es una lástima que no lo descubrieras antes - murmuré entre dientes - Te habrías ahorrado todo el pesar.
- ¿pesar? - La palabra y el tono de mi voz le pillaron con la guardia baja, sin duda - ¿Pesar por qué?
- Por no dejar que esa camioneta me hiciera puré.
Estaba atónito. Me miró fijamente y sin dar créditos a lo que oía. Casi parecía enfadado cuando al fin hablo:
- ¿Crees que me arrepiento de salvarte la vida?
- Sé que sí.
- No sabes nada.

- Jeon
Oí una voz masculina bastante autoritaria que provenía de la puerta.