DEPREDADOR [Koomin]

¡Alejate!

- ¿Alejarme? - preguntó con una sonrisa amarga mientras se abrochaba la camiseta. - ¿Dónde está esa seguridad con la que me ibas ha escuchar?
- E-Esto es diferente - solté atropelladamente, mientras retrocedía.
- ¿Crees que soy un asesino? - preguntó alejándose notablemente herido.
- No-no lo sé - el tono de mi voz casi fue inaudible.
- ¿Entonces? - llegó hasta donde estaba con la velocidad de una bala y me cogió del brazo - ¿Por qué huyes de mí?
- S-Sueltame, por favor - ni yo entendía por que era así con él. Mi cuerpo reaccionaba al miedo y todos mis sentidos lo delataban.
- Estás temblando - notó.

Bajé la cabeza para no mirarle a esos ojos, me avergonzaba actuar de esta manera. Él había confiado en mí.

- No me hagas daño - Supliqué aún que en mi mente no para de disculparme con él.- N-No se lo d-diré a nadie, lo prometo...
- ¿Hacerte daño?- susurró disgustado mientras se alejaba de mí - Jimin... esto no es justo...- así sin más  se perdió entre los árboles.

La adrenalina corría por mis venas en ese momento, mi cerebro me gritaba que corriese con todas mis fuerzas, más mi corazón me hacía permanecer de pie en el mismo sitio.

- ¿J-Jungkook? - lo llame involuntariamente, pero no respondía. Se había ido. - ¡Jungkook!- Volví a llamar y como pude corrí hacia su dirección y no lograba encontrarle. - Jungkook lo siento... JUNGKOOK.- Tropecé con el tronco de un árbol cortado y caí al suelo, incapaz de levantarme del todo, me quedé sentado en el frío suelo mirando alrededor sollozante.

- Sabía que esto iba a pasar - Resonó una vos extraña y lejana.

- ¿Jungkook...? - Me levanté con la esperanza de creer que había logrado que volviese.

- Los humanos siempre tienden a ver peligro en seres que no son como ellos o simplemente más fuertes que ellos -
La voz seguía resonando por todo el bosque. 

- ¿Quién eres? - pregunté mirando a mi alrededor nervioso. Esa no era la voz de Jeon.
- ¡Los humanos sois una mierda!- Exclamó apareciendo ante mí. - Seres tan débiles - Sentir de repente como el oxígeno de mis pulmones se secaba lentamente provocó que el miedo invadiese mi cuerpo, trataba de liberarme del fuerte agarra en mi garganta pero su fuerza era absurdamente inhumana, mis piernas se balanceaban con desesperación y yo luchaba por apartar su mano de mi cuello mientras lentamente me desvanecía.

"Te lo mereces" me dije viendo cómo todo a mi alrededor se volvía oscuro, herir los sentimientos de alguien que se había preocupado por mí y había confiado un secreto tan grande me hacia sentir la persona más despreciable del mundo.

Un dolor nuevo volvió a surgir pero en mi cabeza, aquel hombre sin hacer esfuerzo me había arremetido contra una roca próxima creándome un entumecimiento en la cabeza, lo último que vi antes de desfallecer fue a él recogiéndome del suelo.

Jeon no se sentía con ánimos de entrar a clase, había permanecido en el parking todo ese tiempo perdido en sus pensamientos. Hacia mucho que sus sentimientos no se revolvían de aquella manera, se había acostumbrado tanto a la insípida vida que llevaba que ahora no era capaz de lidiar con sus emociones. Jimin lo confundía y le hacía quedar como un tonto, como si eso no fuera ya difícil, ahora se sentía como un bicho raro incapaz de conseguir a la persona que le gusta.

- Estás aquí - exclamó su hermano aliviado de encontrarlo.
- No estoy de humor - Respondió de espaldas a Yoongi.
- Ni yo tampoco - dijo acercándose al coche y apoyándose en el mientras encendía un cigarro - El idiota de Lee Suk está en el pueblo - inhaló y exhaló el humo - Y lleva observándote desde hace semanas.
- ¿Qué? - exclamó este - No puede ser. Se supone que los vulturis se encargaron de él.- Miró a su hermano con incredulidad.- Y tampoco oí sus pensamientos.
- Ni yo presentí su llegada - informó de inmediato - Supongo que los Vulturis están perdiendo su toque...- Sin ánimos de seguir fumando, Yoongi tiró el cigarrillo.- De todos modos, trata de no divagar mucho por los bosques tú solo.
- ¿El bosque..? - Jeon miró hacia el lugar donde había dejado a Jimin, soltó desde lo más profundo un suave gruñido corriendo a una velocidad de luz. Cruzó como un espectro, la oscura y densa masa de maleza del bosque sin hacer ruido, hasta llegar al lugar en el que debía encontrarse el joven, pero en su lugar sólo encontró un rastro de sangre, que sabía a quien pertenecía.

- ¿Estás loco? - preguntó Yoongi mientras llegaba detrás de él - Podrían haberte visto.
- No está - murmuraba con furia
- ¿Quién no está? - preguntó confuso - ¿Y este olor a sangre?
- JIMIN NO ESTÁ - exclamo cogiendo del borde de los hombros a su hermano - ¡¡Se lo ha llevado!!.
- Tranquilo - apartó sus hombros - No sabes eso con claridad
- Esta sangre - dijo acercándose al abeto y oliéndolo - Se ha atrevido a lastimarle - Extendió su mano hasta el objeto más cercano, arrancando así del árbol de abeto una rama de un poco más de medio metro de grosor sin esfuerzo alguno en medio de un chasquido estremecedor. Con la misma mano la arrojó a una velocidad de vértigo para estallar contra una roca enorme. Liberando la frustración que sentía en ese momento - Lo mataré.