Un Adiós [EDITANDO]

2 capítulo: Ugh

Después de ponernos al día con todo fuimos al salón.

Estábamos conversando y volteo sin ninguna intención.

-¡Tú!

¡Dios, sé que no soy la mejor hija de todas, pero juro que me comportaré mejor, sólo deja de mandar a ese niño a mi vida!

-Hola Liz.

Odio que me digan Liz.

-Eli, lo conoces?- Me dijeron todas, y como siempre yo, en ocasiones parecidas no pienso antes de actuar.

-Que haces acá cosa fea - Okay, no soy buena con los insultos, así que si ven este tipo de apodos míos, no se asombren.

-Este es mi salón así que vete acostumbrando - Ugh - Ah, y conocí a Eli cuando cayó a mis brazos.

No se porque alarmarme más, porque todos me veían o porque todo lo que dijo... fue verdad.

-Oye cara de burro, cuando digas algo explícalo, lo que paso es que...

-Eli, no expliques nada, ¿Para qué? Sólo no le hagas caso - Otra vez Fran me salva el pellejo.

-Tienes razón, no voy a...

-¡Alumnos, sientense en cualquier carpeta y no guarden sus cosas, hay cambio de lugares!

-Un día ese señor va a quedarse sin voz- Digo al ver al coordinador general.

-Diré los nombres y se sientan juntos, Sarah Cervantes y Francesca Cervantes, Liliana Manrique y Lucas Gordillo, Elizabeth Gómez y Jack De La Torre, Ma...

-¿Es una broma? - Rayos...

-¿Disculpe alumna Gómez?

-Nada profesor, disculpe...

Ugh, como cuando quieres quejarte y no puedes por que te mandará al demonio.

Al final el profesor nos dijo con quien nos debíamos sentar y se fue no sin antes indicar quién era nuestra nueva tutora.

Y sigo sin entender por que a mi lado tengo a un tarado.

Ugh.

No puedo creerlo, ya va a acabar el día y no deja de hablarme.

-Conocelo y cuidalo.

-¿Ah? - ¿Estaba hablando él o es parte de mi imaginación?

-¿En serio no escuchaste nada de lo que dije?

Sin responder, me encojo en mi asiento y copio lo que dice en la pizarra.

Conocelo y cuidalo, esas palabras seguían apareciendo, sabía que este día se iba a poner peor...

Sabía que tenía que cuidar de alguien, y...

-Liz, ¿Tienes un lapicero?

-No, pero si lo tuviera, no te lo daría.

Pasaron los minutos y volvió a hablarme.

-¿Me odias?

-No, solo no me agradas, eres irritante y cada vez que te escucho o pronuncian tu nombre quiero vomitar.

Y así fue como dejo de hablarme.

Durante esa hora no dejaba de preguntarme por qué no dejaba de mirarme.

Sí, Jack no dejaba de mirarme.

No es que me molestara, es que me hacía sentir rara y eso me molestaba.

En el recreo se sentó a mi lado y no dejaba de hablarme al oído, ¿Eso es normal? Porque si es normal no entiendo por qué todos nos miraban coquetamente. Sé que soy hermosa, pero no es para tanto.

Después del recreo todo cambió, no me hablaba y no me observaba, ¿Era normal sentirme así? Ugh, esto es demasiado para mí, ¡Sólo tengo doce años!