THREE

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Estaba en clases de matemática tranquilamente resolviendo los ejercicios hasta que la secretaria llegó al aula.

- Disculpe profesor pero se solicita a la alumna Jauregui en el aula de profesores

- Puedes ir Jauregui

Confundida salí del aula con un montón de susurros a mis espaldas que fueron calladas por el profesor.

Fui hasta donde me dijeron y al llegar me encontré con alguien que me hizo sonreír de inmediato.

- ¿Ésto es en serio? - pregunté a mi profesora de inglés quién se encontraba con un cupcake en la mesa que tenía una vela encendida - Usted está mal de la cabeza

- Tenía que hacer algo, me sentía mal después de todo

- ¿Mal? No tenía porqué

- Vamos, sopla la vela - sonreí y eso hice - ¿Pediste tú deseo?

- Uno imposible. Muchas gracias

- ¿Te divertiste ayer? - Lo pensé

- No estuvo mal. ¿Puedo - la miré - quedarme con usted otra vez pasando notas? - ella sonrió

- No tengo más notas que pasar por ahora - Me encongi de hombros - pero podemos ir al centro comercial, tengo que hacer unas compras; aunque debemos ir en bus

- Podemos ir en mi auto, no permitiré que gaste

Sonó el timbre dando el pase al receso.

- Primero ve a comer algo, nos vemos en la salida - me iba a marchar hasta que me detuvo - No le digas a nadie, quizás llegue a mi esposo y no sería algo normal para él ¿Me explico?

- No se preocupe - tomé el cupcake de la mesa y sin pensarlo le guiñe un ojo a la profesora ¿En serio había hecho eso?

Salí de aquel salón y en el camino al patio me encontré con Lucy y las demás.

- Hola, cariño - me dió un beso en la mejilla, con su brazo envolvió mi cintura y yo su hombro - ¿Y eso? - señaló lo que llevaba en la mano

- Me lo compré viniendo al colegio - ella asintió y fuimos con los demás donde solíamos sentarnos.

Vi a una hermosa mujer llegar al patio y sentarse en el estrado de la nada con unas alumnas de primer año y charlar tranquilamente. No sabía si era yo o en verdad era que había momentos donde nuestras miradas se chocaban, dónde ninguna de las dos podíamos evitar no sonreír.

- ¿Qué tanto sonríes? - preguntó Dinah y sólo negué

- Quiero jugar Baloncesto - todas se sorprendieron

Normani fue a pedirle el balón al profesor de educación física, quién sin ningún problema nos la dió.

- ¿Él es el esposo de la profesora de inglés, no? - pregunté a Keana

- Exactamente. ¿Guapo, no? - reí y negué

- ¡Nos falta uno! - gritó la morena

No podía dejar de mirar al lugar donde se encontraba la profesora que ahora hablaba también con su esposo y se reía. Quería que se fuera de allí, no me sentía bien si los veía juntos. No tenía sentido.

- ¿Si le dices al profesor de física? - pregunté

- ¡¡Matiu!! - gritó la rubia - digo ¡Profesor Matiu! - reímos y él la miró - ¿¡Vamo a jugar!?

Mi Profesora de Inglés - CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora