SIX

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Lauren se había quedado dormida, había momentos donde me abrazaba más fuerte; suponía que despertaba un poco para verificar si seguía con ella. Estaba claro que me iba a quedar con ella.

Sólo podía pensar en lo malo que ésta chica que me abrazaba ahora la había pasado en su corta edad. Me daba una rabia saber que sus padres no hacían nada por ella y que seguro no harían nada en el futuro. Era uno de esos momentos donde quería dejar todo e irme con ella, dónde sentía que no podía volver a dejarla sola nunca más, pero no sabía cómo.

De un momento a otro Lauren se había despertado y lo primero que hizo fue ver la hora en su reloj de mesa.

- Ya es tarde - me miró - Debes irte

- No voy a dejarte sola

- Mis padres están por llegar, si te ven pueden pensar lo que en verdad pasa. Eres mayor de edad recuerda eso

- Lauren, necesito saber si estarás bien

- Te enviaré un mensaje

- No creo que eso sea suficiente

- Es por el momento, no creo que mañana te vea, ¿verdad? Es domingo y debes estar con tu familia - bufe - ve a tu casa y descansa

La miré por unos segundos y asentí, toqué su frente y ya estaba un poco mejor. Le iba a dar un beso pero ella me esquivó.

- Oye - me queje

- No te puedes enfermar tú, no lo permito - suspire y deposité un beso en su frente

- descansa - ella asintió y aproveché para robarle un pequeño beso

- ¡Camila! - reí

- Te quiero - Se me escapó decírselo pues nunca lo había hecho. Ella no respondió - Buenas noches - dejé un beso en su cabellera para luego irme de allí.

Desperté al día siguiente, no sabía cuánto había dormido y que hora era hasta que miré mi celular con más de 40 mensajes de Camila. En los últimos me informaba que había ido a la casa de la playa de los padres de Matthew, en otro decía que había discutido con él otra vez, luego que se había ido de allí con su hija dejándolo solo. No habían mas mensajes y el último había sido enviado hace una hora y eran las tres de la tarde. La llamé.

- ¿Camila? - respondí de inmediato

- Hola - escuché su voz sin ánimos

- ¿Qué pasó? ¿dónde estás?

- Estoy en la casa de mis padres - suspiró

- ¿Estás bien?

- No lo sé

- ¿Te hizo algo?

- No - estaba cortante - me siento mal. Empezaba a discutir porque no estaba de ánimos, estaba muy preocupada por ti y se lo dije. No le caes muy bien - solté una pequeña risa

- Lo sé, él tampoco me agrada - un silencio se había apoderado del momento. Iba a hablar pero ella me ganó.

- Necesito pensar las cosas, Jauregui

- ¿Pensar?

- Debo hacer las cosas bien

- Camila...

- No quiero decir más.

Fue lo último que dijo para colgarme el teléfono. Odiaba aquella situación pues el Lunes no tendríamos clases por día feriado, significaba que no sabría nada de ella.

Mi Profesora de Inglés - CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora