Todo comenzó cuando aquel hombre llego a mi puerta, era un elfo nocturno, ¿Que era lo que quería?, los elfos nocturnos son famosos por su uso de magia negra y demonios a su lado. Tenia entre sus brazos un bebe, estaba malherido, pero no vino a pedirme que lo ayudara con sus heridas.
???:Perdón por llegar asi de repente señorita... pero necesito POR FAVOR que cuide a mi hijo... volvere por el pronto
El Elfo me mostró a su hijo, era hermoso, una pequeña criaturita que no merecía que lo desampararan, así que acepte, el elfo me agradeció, y desapareció entre los arboles de la montaña. Cuide a su hijo con mucho amor, realmente sentí como si fuera mi propio hijo, aun así, en algun momento deberia despedirme de el cuando su padre volviera.... pero el nunca aparecio.
Pasaron los años, 4 para ser exactos, ¡El niño ya había crecido!, tenia un hermoso cabello verde, tenia los mismos rasgos de su padre, pero el mas notorio era las orejas, puntiagudas, pero no iguales a lo de los elfos, eran algo diferentes, su padre nunca me menciono su nombre, así que le puse, Jake, el era alguien tranquilo, no le gustaba la violencia, algo extraño en este mundo de tanta guerra, algo extraño, ya que tiene unas notorias habilidades con la espada, pero eso me alegra, significa que no es como los demás, bueno, vendría siendo hora de llevarlo a mi pueblo natal, quedaba en la montaña, asi que nos llevaria horas llegar hasta allá.
Rose:¡Jake ya vamonos!- Dije a un lado de la puerta de la casa
Jake:¡Ya voy!- vi como corrio hacia la puerta y salio hacia la hermosa pradera que habia cerca de nuestra casa- ¡Listo! ¡Vamonos Rose!
Con una sonrisa asentí y me dirigí a su lado, entonces empezó nuestro pequeño viaje.
FIN DEL PRIMER CAPITULO
