c i n c o.

352 35 2
                                    

"Empiezas con algo puro, algo emocionante, y luego llegan los errores, los compromisos. Nosotros creamos nuestros propios demonios."

-Pueden ver ahora- dije seria.

Ambos gemelos poco a poco quitaron la tela que cubría perfectamente sus ojos.
Se sorprendieron y comenzaron a ponerse rojos tan pronto me miraron.

-N-oona, ¿Porqué no tien-es ropa?- preguntó Taehyung.

-T-taehyung y yo nos iremos pa-para que puedas cambiarte- dijo Taehun mientras intentaba levantarse.

Cuando estaba por pararse, me subí en su regazo y lo miré fijamente.

-¿No te gusta como me veo Oppa?- dije haciendo un puchero.

Ambos gemelos abrieron la boca sorprendidos por mi cambio.

Oh sí, eso es, caegan a mis pies.

-No-ona...

Ambos chicos estaba confundidos así que tuve que seguir.

-Oppa eres mayor que yo, no deberías decirme Noona- dije en un puchero.

-¿Cuál es tu juego?- preguntó de repente Taehun.

-Pidanme que los haga sentir bien.-sonrei.

-¿Qué?

Ninguno de los dos entendió bien lo que dije así que tenía que comenzar a provocarlos.
Tomé el rostro de Taehun y deposite un beso en sus labios mientras movía un poco mis caderas para rozar nuestra intimidad.
Taehun comenzó a jadear y poco a poco pude sentir su gran erección debajo de sus pantalones.
Me separé un poco de él y miré que Taehyung nos miraba sorprendido así que baje del regazo de Taehun y me subí ahora arriba de Taehyung, recostandonos a ambos en mi cama.

-Oppa... Tocame.

¿Qué? Estoy pidiendo que me toque, eso quiere decir que acabo de perder.
Oh no, eso no está bien pero... ¿Porqué se siente tan bien?

Los ojos del castaño se abrieron con sorpresa y luego esquivo mi mirada un poco avergonzado.

-No sé cómo hacerlo Noona- dijo avergonzado.

Lentamente tomé su mano y la guíe por todo mi cuerpo.
Tomé uno de mis pechos y deposite su mano allí.

-Acariciame Taehyung.

El castaño comenzó masajear mi pecho poco a poco.
Yo no me quede atrás y comencé a moverme encima de él, lo cual le agrado ya que con su otra mano tomo mi muslo y me invitaba a hacerlo más rápido.
Cuando miré que lo disfritaba mucho, me paré de golpe y ambos gemelos me miraban con el ceño fruncido.

-¿No-ona?- hablaron ambos.

-¿Si?

Ambos compartían una mirada de vergüenza hasta que el rubio hablo.

-Duele allí abajo- soltó cubriéndose con sus grandes manos.

Bingo.

-¿Quieren que deje de doler?-pregunte inocente.

Ambos asintieron.

-Entonces tienen que pedirlo-. Dije seria.

-Por favor Noona, has que deje de doler-. Ambos pidieron.

Sonreí una vez más victoriosa y comencé a ponerme de rodillas.

-Bien, ambos pónganse frente a mi, ahora.- dije un poco demandante.

Ambos gemelos se pusieron frente a mi y yo poco a poco comencé a bajar sus shorts.

No me sorprendió cuando sus dos miembros se hicieron notar, y ambos evadieron mi mirada con vergüenza.

-Mirenme.- dije seria.

Poco a poco me pusieron atención y yo tome sus dos grandes miembros entre mis manos.
Oh joder se sentían tan bien.
Acto seguido comencé a mover ambas manos arriba y abajo.
Los dos gemelos comenzaron a jadear y a soltar leves gemidos.
Poco a poco fui acercándome a la glande de él rubio y cuando por fin mis labios hicieron contacto, comencé a chupar.
Varios gemidos llenaban la habitación, y con estos también a mí.
Estaba tan sumergida en los jadeos, en los pequeños gemidos de ambos gemelos y en su respiración agitada que no me di cuenta cuando se vinieron en toda mi cara.
¿Porqué se sentía jodidamente bien?

Ambos chicos seguían reponiendose mientras yo me levantaba y me dirija al baño.

...

-¿Noona?- se escuchó del otro lado de la puerta.

-¿Pasa algo?- pregunté después de abrir mi puerta.

-¿Podemos volver a jugar?- preguntó evadiendo mi mirada.

-Si son niños buenos si.- expliqué.

-¡¿De verdad?! ¡Seremos los mejores niños del mundo mundial!- chilló de alegría.

-Eso es bueno, ahora ve a ducharte y dile a tu hermano que también lo haga ¿Está bien?

-Sipidipi Noona-. Estaba por alejarse cuando...-¡Oh! espera Noona.

-¿Qué pasa?-. Pregunté.

-Y-yo buen-o... Toma.

Me extendió mi ropa interior. Lindo lindo.

-¿No quieres quedartelo?- pregunté.

-¿Podría?-.

Oh eso es sorprendente.

-Por supuesto-. Respondí.

-¡Gracias Noona!-. Chilló feliz y se alejó de allí.

¿Gracias porque? ¿Por destruirte?
De nada.

Fake inocennt❌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora