↝Mimos y regaños↜

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Se paseaba por la sala con una única camisa manga larga sin abotonar y un simple bóxer, después de todo, estaba en su casa y no había a nadie quien lucirle. Se acercó a la refrigeradora abriéndola y pasando su vista en las cajas de jugo de cartón y unas de leche, usualmente las pelotitas verdes de limón las escondía en los cajones de abajo con las demás frutas; pero su querido esposo, los encontró un día en el que se dignó a limpiar el refrigerador. Reprochándole que dejara de consumir el jugo de dicha fruta.

Metió su pequeña mano entre medio de los cartones, sonriendo al saber que lo que tomó era un limón.

— Él no me puede negar esto. –puchereó, cerrando la puerta y caminando al estante donde posaban varios tamaños de cuchillos.

Corto con delicadeza la mitad del limón y tomó un poco de sal del bote transparente.

— Seguro Yoongi Hyung estaría gritándome que votará esta delicia. –lamió la superficie del limón, y su rostro cambió drásticamente a una mueca. — Ay~ extrañaba esto, dios.

Camino hasta la sala y prendió la televisión, dejando el canal de doramas, mientras disfrutaba de su trozo de fruta placentero. Desde que tenía los doce años siempre tuvo un gusto particular, así como comía a escondidas plátanos o chucherías de pocky con su mejor amigo Taehyung. Otra cosa que extrañaba era a ese chico que parecía de otro mundo.

Le dio una mordida al trozo sin toparse a la cáscara verde, si algo le desagrada, era eso, le dejaba un ardor en el belfo superior, teniendo que pasarse un cubito de hielo por la zona.

— Aew~ esto es demasiado rico~ –canturreo en la soledad de la casa.

Apagó la televisión y se levantó del sofá para borrar toda evidencia de dicha fruta en la cocina, lavando el cuchillo y sus manos.

— Ya estoy en casa~

Se escuchó la voz del mayor, asustando a Jimin y saliendo rápidamente de la cocina para recibir a su Yoongi.

— ¡Hyung! –chilló emocionado, abrazándolo por el cuello y regalándole muchos besos en la mejilla. — Te extrañé mucho, muchote.

— Yo también te extrañé, Jiminie. –acarició la mejilla sonrojada del menor y peino su cabello hacia atrás. — ¿Has sabido algo de los chicos?

— No~ –arrugó la nariz—, Taehyung y Hoseok Hyung no se han de acordar de nosotros. –formó un mohín.

— No lo harán. –rió, bajando la maleta que traía en la mano izquierda y tomando a Jimin de la cintura. — Es que en la luna de miel no se va a jugar cartas, bebé.

— Ash, ya lo sé. –sonrió y frotó su nariz con la del mayor. — Ya no te vuelvas a ir por una semana...

— ¿Tanto me extrañaste? –acercó más el cuerpo de Jimin, quedando completamente juntos. — Dime, ¿Por qué te vistes así cuando no hay nadie y cuando estoy yo no lo haces?

— ¡Yah, Hyung! –carcajeó. — Es que estaba haciendo calor. Además, decidí ponerme una camisa suya~ ¿Se me mira bien? ~

Yoongi sonrió con malicia, asintiendo a lo que Jimin preguntaba. Corto su distancia con el menor, empezando un leve movimiento, porque tuvo que separarse rápido de él.

— ¡Jimin! –reprendió, quitando las manos de la cintura del menor. Limpió sus labios con el dorso de su mano. — ¿Qué te he dicho de comer esas mierdas agrias!?

— Hyung... ¡Se llaman limones! ¡No mierdas! –levantó la voz, refunfuñando y cruzándose de brazos. — Ni siquiera sé porque los odias, si son deliciosas.

— Mocoso, sabes muy bien que odio ese sabor –frunció las cejas e imitó a Jimin en cruzar los brazos. — ¿Acaso compraste y los escondiste?

El menor lo miró de soslayo y negó.

— Jimin...

— ¡Ya te dije que no! –reprochó, sin darse cuenta de que infló las mejillas.

— No me gusta regañarte, así que haz caso una vez y vota esas mierdas.

— Si las comprara o no, no te haría ni caso. –bufó.

— Oh vamos, bebé, te daré todos los mismos que quieras como recompensa de la semana que no estuve contigo.

Jimin deshizo el cruce de brazos y ladeó el rostro con un puchero.

— ¿Todos los que quiera? –pestañeo adorable.

— Todo mi amor.


Espero que te guste la historia~

—xMochixMin

I like lemon... with salt? ✧ YM.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora