↝Visita y una... broma↜

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Poco a poco fue abriendo los ojos, acostumbrándose a luz del sol que entraba por la ventana, giró la cabeza, encontrando a su pequeño rubio, quien dormía plácidamente abrazando a un oso de peluche.

Un par de semanas atrás había lastimado a Jimin con palabras que involuntariamente salieron de su boca, llamándolo flojo... Y tonto. Haciéndolo llorar inmediatamente. Pero ese día andaba tan estresado por el trabajo, más con eso que había peleado con su jefe Kim, viniendo a descargar su cólera con él, que simplemente le estaba va de mostrar fotos de mascotas y reprendiéndolo por no haber realizado la limpieza por la mañana que no estuvo. Él no se lo merecía, le pidió tanto perdón, le compró todo lo que le gustaba, incluso dejó que comiera esas 'mierdas' que detestaba; pero Jimin aun así no lo perdonaba, hasta que le dijo que visitarán a su madre, que fue lo único que alegró al menor, sus ojitos brillaron y abrazó a Yoongi, diciéndole que si lo perdonaba.

Pero esa iba a ser la primera y última vez que llamaba tonto a Jimin. Le había dado tanto a él, una persona que no decía tener sentimientos por nadie, que no tenía razón para vivir; o eso decía antes, mucho antes de conocer a Jimin. Su razón de vivir y sonreír, de amar de la forma que nunca amó y que lo puede compartir con su adorable esposo. El chico come limones.

Acaricio su cabello y deposito un beso, sonriendo al ver como Jimin arrugaba la nariz y empezaba abrir los ojos.

— Buenos días~ –canturreo, con una sonrisa.

Jimin por su lado frunció las cejas y formó un puchero, que fue besado por Yoongi.

— ¿Qué pasa bebé?

— Nada... –se tapó la boca con su pequeña mano.

— ¿Jimin? –arqueó una ceja.

— Nos acabamos de levantar y tú me besas... –formó una mueca de disgusto. — Nuestra boca está mal oliente y pastosa... Es desagradable.

Rodando los ojos, chasqueo la lengua.

— Cuando te casas con alguien o empiezas a vivir con ella... Tienes que aguantar todo, inclusive los besos mañaneros –rió. Retirando la mano del menor de sus labios y entrelazando sus dedos. — Al fin y al cabo, venir a visitar a mi suegra no fue tan malo.

— ¿Qué dices? –frunció las cejas. — No recordaba que mi madre me avergonzará contigo.

— No deberías de avergonzarte, es más, no le des importancia. No hay nada de lo que yo no haya visto en ti, Jiminie.

Después de decir aquello, Jimin se levantó de la cama, refunfuñando que le dolía la espalda baja y que tomaría un analgésico para el dolor. Yoongi por su parte, decidió mejor dormir más, y callar la voz de Jimin reclamando.

↝✾↜


— Como amo que vengan a visitarme. –sonrió la señora Park, sirviendo él jugó en la mesa. — Ayer no pudimos hablar mucho... ¿Cómo te está yendo, querido Yoongi?

— Muy bien... –tomó el vaso, dándole un pequeño tragó. — Aunque unas semanas atrás discutí con mi jefe.

La señora Park le miró unos segundos y se sentó frente a él.

— ¿Discutir? –preguntó desconcertada. — Hasta donde yo sé, eres un buen trabajador en ese tipo de construcciones, querido.

— Sí... Eso me dicen... Pero supuestamente algo falló y me culparon a mí por ser el encargado.

— Que estas cosas no te afecten. Jihyun siempre me decía que, aunque tuviera jefes malhumorados con apariencia de trolls no les diera importancia, ya que, si se las das, más te joden. –Asintió, convencida ante las palabras de su esposo.

— Jimin... Me dijo algo parecido... –se giró para verlo, riendo porque el menor parecía ardilla con las mejillas llenas de comida.

—Pues, tenía que ser mi hijo. –rió la señora Park, empezando a comer.

El desayuno no se mantuvo en silencio, ya que la madre de Jimin se mantenía muy parlanchina con Yoongi, quien empezaba aburrirse, pero le prestaba atención cuando empezaba a relatar algo de su pasado.

— Creo que debemos de irnos... –llamó Jimin al pálido, cual le dio una mirada de agradecimiento. — Solo iré a mi habitación a empacar algunas cosas...

Min observó como Jimin desaparecía en las gradas y encaró a la señora Park.

— ¿Qué quiso decirme con lo anterior? –se cruzó de brazos.

Mientras charlaba con ella, se dio cuenta que le estaba mandando un mensaje entre medio de las palabras, pronunciando repetidamente "mío" y por último nombrando a Jimin.

— Tks. Y yo pensé que eras idiota. –dijo entre dientes.

— Pues ya ve que no lo soy. –contraatacó bufando.

— Deja de decir que Jimin es tuyo. –farfulló, levemente frunciendo el ceño. — Él no dejará de ser mío, aún porque esté casado.

Yoongi sin percatarse, soltó una carcajada.

— ¿Se ha oído? ¡Por dios, mujer! –volvió a reírse. — Qué patético se oye eso, mi suegra con la que hablaba tan amenamente dice que Jimin es suyo. Oiga, está bien que me reclamé por algo malo que hice con él. Y no le estoy reprochando que él no sea su hijo, que usted lo tuvo y lo crio, pero ya no vive en su techo. Debería de entender que ya tiene otro dueño, alguien que lo ama y lo cuida con todo su ser.

La señora Park apretó los labios. El chico frente a ella se había tomado a mal la broma, quería ver su reacción, comprobar que de verdad Yoongi después de todo era alguien de apreciar y considerar como familia, porque aceptaba por dentro que ella no lo quería desde un principio.

Pero le fue inevitable aguantar más, soltando una fuerte carcajada y llevándose las manos al estómago. Yoongi le miró entre confundido y molesto. ¿De qué se reía está loca?

— ¡Ay, Yoongi querido! ¡Si supieras como te ves ahorita! –habló atropelladamente.

— Yoonie~ ya nos- Caray... ¿Qué le pasa? –llegó Jimin, mirando raro a su madre quien se había sentado para poder calmarse, pero seguía riendo.

— No lo sé. Pero en cuenta que yo ya no volveré a poner un pie en esta casa.

Camino hasta la puerta, girándose sólo para darle una última mirada a su suegra. Que parecía foca aplaudiendo. Como le desagrada este tipo de bromistas.



Muchas gracias por haber leído este pequeño fanfic, les deseo una noche estupenda con sus familiares y amigos cercanos, que se la pasen en grande, feliz navidad hermosos bebés <3

—xMochixMin

I like lemon... with salt? ✧ YM.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora