Capítulo final: Fuego.

1.2K 191 49
                                    

El héroe rubio corrió por los pasillos de la UA mientras hacía pequeñas explosiones con las manos generadas por su inminente ofuscación, para poder impulsarse un poco más rápido.

Deku... Tengo que encontrarle...

Eso era lo único que cabía en la mente de Bakugou en ese momento. Cualquier otro pensamiento era desechado rápidamente. Un remolino de sentimientos se apretujaba en su interior. Todavía no sabía qué era lo que le había hecho decir todas esas cosas horribles a Izuku. Se suponía que iba a declararse. A mostrar sus verdaderos sentimientos. No a humillar a Deku... Como siempre acababa haciendo...

Siempre destruyéndolo todo... No te podía haber tocado una particularidad más acertada... Explosiones... Comienzan con una chispa y destrozan todo lo que se encuentran...

-¡DEJADME PASAR IDIOTAS! –gritaba el rubio mientras apartaba a algunos alumnos que había en medio del pasillo.

¿Dónde se ha metido ese maldito Deku...? Él es un alumno aplicado, así que no creo que haya salido fuera del edificio de la escuela... Hmmm. Venga, piensa... ¡SÍ! ¿Ya lo tengo! Sólo hay un sitio donde iría ese friki...

El joven héroe subió las escaleras que conducían a la mítica azotea que incluían la mayoría de colegios japoneses. Sin embargo, antes de llegar a la puerta que lo separaba de su desenlace amoroso... Bakugou, aminoró la marcha hasta detenerse.

¿De verdad está bien que le diga todo esto ahora? ¿De verdad se merece algo así? Después de haberme pasado casi toda mi vida haciéndosela imposible a Deku... ¿De verdad se merece que le diga que era porque no sabía manejar mis estúpidos sentimientos... Y que obviamente él nunca tuvo la culpa de nada?

Muy pocas veces en su vida había dudado de sus decisiones de ese modo. Él siempre había sido una persona confiada que seguía su corazón y pensamientos como su máxima devoción. Pero ya no sabía qué hacer. Se había pasado ocho pueblos diciéndole todo eso de antes a Deku. El daño ya estaba hecho.

No puedo hacer nada más... Bueno... Sólo me queda disculparme. Por todo. Es lo mínimo que puedo hacer...

Y con la poca confianza que tenía en ese instante, abrió la puerta de la terraza y vio la silueta de la espalda de Deku. Silenciosamente se acercó a su lado para observar las vistas que ofrecía el edificio, como estaba haciendo el peliverde.

Ninguno de los dos dijo nada por unos minutos. Midoriya no lloraba pero por sus ojos rojizos se sabía que lo había hecho. Entonces Bakugou no pudo soportar más la tensión y se decidió a hablar.

-Deku, yo...

-No. No digas nada. No tienes por qué decir nada Kacchan. Siempre has sido así de todas formas.

Deku seguía con la cabeza al frente, sin dirigirle la mirada a Bakugou.

-Nunca entendí completamente por qué. Sabía que eras agresivo y competitivo con todo el mundo. Pero conmigo eras diferente... Me insultabas, y bueno, insultas y parece que me odias más que al resto. Eso es lo que no comprendo ni nunca hice –Izuku bajó la cabeza a la vez que apoyaba ambos brazos en la valla que rodeaba la terraza-. Yo... Siempre te he admirado. Siempre has sido uno de los héroes más fuertes que conozco y que conoceré. Contando incluso a los héroes profesionales. Siempre has sido tan confiado, ambicioso, fuerte... No voy a negarlo, me dabas algo de envidia. Tenías una particularidad tan genial que habías conseguido perfeccionar tanto... Siempre sabías qué hacer y cuando hacerlo. Eras tan genial, Kacchan... Y lo sigues siendo. Pero ya no es como antes.

Esta vez, al hablar, Deku se giró hacia Bakugou.

-Desde que entré en la UA y comencé a hacerme más fuerte, también empecé a alejarme de ti. Y en parte me sentí mal, y siento haberlo hecho –Katsuki al oír esto se volvió sorprendido y miró a Midoriya fijamente-. No pretendía hacerlo como tal, pero entendí que me hacías más mal que bien. Yo...

FUEGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora