Capitulo X

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Narrador omnisciente:

Historia: Entonces, podrá la población ir al mar? -se levanta con alegría- Armin, eso...eso es excelente, solo imagina a todos esos niños jugar en el mar y descubrir cosas nuevas......eso sería muy hermoso -dijo alegremente-

Armin: No solo los niños del pueblo, también tu hijo, el también podrá verlo. -dijo con ilusión-

+Con Eren y Mikasa+

Eren: mmmmmm........ entonces qué piensas? -preguntó alzando una ceja-

Mikasa: De qué? -cuestiono al momento que volteo a verlo-

Eren: de mi........de como soy -respondió levantándose del suelo-

Mikasa: Pues eres lindo -su contrario solo la miro esperando algo más- y..........em.........pues, qué podría decir, te queda el look, digo....tu cabello se ve bien así, hace resaltar tus ojos. Ahora eres mucho más alto y....y te vez más..........más maduro -recitó con timidez-

Eren: Maduro? -ella lo miro y respondió un "si" con la mirada- jaja........bueno, yo creo que eres hermosa, físicamente......tu cara tiene facciones únicas, que no encontraría nunca en otra mujer, tus labios son perfectos y tus ojos son grandes aunque rasgados y eso les da un toque único, tu cuerpo esta perfectamente contorneado y tus manos son delgadas y aunadas al largo de tus uñas las hacen ver perfectas, tu cabello largo hasta la cadera resalta tu mirada y tus caderas, eres alta y eso te hace ver aun más hermosa. Emocionalmente eres perfecta, sabes cuando hablar y cuando callar, sabes como solucionar los problemas con pocas palabras y eso te hace una persona única y perfecta a mis ojos -ella solo escucho las palabras de su contrario mientras la sangre se le subía a las mejillas, y bueno quien no...el detallo sus palabras al compás en que sus manos se movían indicando de que estaba hablando y ella había sido tan seca, se sentía rara-

Mikasa: ah......-el rubor de sus mejillas se intensifico con la mirada dulce del joven que la volvía loca- gracias....pero cualquier metal o cristal es más hermoso que yo....... -fue lo que resito con miedo a la respuesta-

Eren: qué tontería es esa? Hey! Ningún cristal o metal es más hermoso o con más brillo que tu, si yo te clasifico con uno de esos materiales se queda corto....ya que ningún material alcanza a comparar la belleza que la naturaleza creo al traerte a este mundo; no quiero volver a escuchar algo semejante ya te lo dije, esta bien? -tomo la cara de la chica en sus manos y junto sus frentes cual novela de amor- eres lo más bello que este mundo pudo haber engendrado. -terminó y dio un pequeño beso en los labios a su contraria y esta lo  abrazó con los ojos húmedos-

Mikasa: dime, prefieres morir o una vida infinita? -musito entre llantos-

Eren: prefiero morir cada vez que me tocas.........-respondió-

Mikasa: -lo separó y siguió- crees que existe un para siempre -pregunto al tiempo en que secaba sus lagrimas-

Eren: Sonríe y pregunta otra vez - contestó para después poner su mano en la mejilla de la joven sobando sus pómulos con su pulgar-

Mikasa: Qué es el amor?

Eren: mmm... somos tu y yo -sonrió-

Mikasa: No te da miedo llorar?

Eren: más me da no reír....

Mikasa: Y si te dan un poder?

Eren: poder vivirlo contigo -contensto sonriente-

La chica estaba ruborizada con los ojos aguados y una gran alegría.
Lo miro con cariño y él la miro totalmente igual, Eren tomo su cara entre ambas manos para besarla...sin embargo cambió el rumbo de sus labios a la frente de su contraria, a lo que ella sólo le miro deseosa de un beso, en los labios, que la hiciera sentir viva...Pero no, recibió uno que la hizo sentir, completa, viva, llena y única; porque ese beso en la frente fue tan único y lindo, le demostró tanto, cosas que ella jamás había sentido en toda su maldita vida, al menos no desde que perdió a su madre... Pero el la hizo sentir querida nuevamente, fue eso tan reconfortante; no hubo palabras...fue sólo UNA acción y ya, no más, supongo que por eso dicen que una acción demuestra más que mil palabras. Un abrazo acompañó el beso...tan lindo y cálido fue que, ni ella misma con su habilidad lingüística podría explicar lo que sintió en aquel momento, no había palabras, sólo el momento y ellos mismos en una habitación vacía a media noche que era alumbrada por la luna que aún sola en el cielo brilla junto a las estrellas; Mikasa comprendió entonces que no estaba sola, que Eren jamás le mintió y que pese a lo que pasará él estaría para ella, aunque ella este enferma, pese aquel esta condenado, siempre estaría a su lado porque la amaba más que a nadie en su mísera vida, que ella lo era todo en su mundo... Pues ni el mar u otra cosa eran tan bellas como lo era ella, que su mundo se basaba en hacerla reír y que sienta tan especial que ni ella misma lo creería, eso es lo que el quería y que le hizo entender con esa acción, ese gesto que era tan simple, pero que traspasaba la pared de la lógica impuesta por el humano y lo entregaba todo en el calor corporal que se emiten uno al otro, en la respiración tranquila que uno le brinda al otro, en los latidos que escuchamos del pecho del contrario; el ABRAZO que demuestra sentimientos que las palabras no pueden entonar, que el lápiz no puede hacer ver, pero que el tacto de unos brazos enrrollando un cuerpo brindarán si pueden, esos mismos sentimientos que las lágrimas dejan ver y que el beso si pronuncia. Esos mismos sentimientos escuchó ella en el latir del corazón de su contrario, que acariciaba su cabeza haciéndola sentir protegida. ¿Por qué él le hacía sentir tantos sentimientos tan indescriptibles pero hermosos? ¿Qué hechizo lanzó sobre ella? Ni el mismísimo San Valentín sería capaz de entender que es lo que causa su flecha en el humano, porque era tan hermoso aquel sentimiento.
Esa noche fue la más hermosa de su vida, no hubo ningún sentimiento vulgar, sólo un abrazo, un beso y una caricia en la cabeza que la hizo sentir más viva que nunca. La belleza de la noche era aún mayor que la de Afrodita. Las luciérnagas brillaban aún más que nunca esa mismísima noche, lo búhos se hicieron notar con su canto y la luna brillo al ver aquella bella sonrisa que el dibujo en la cara de la mujer frente a sus ojos verdes como hojas verde en primavera, con un brillo tan bello como la esperanza que vemos al mirar el cielo, y ella con sus ojos negros que pese a ellos tenían dentro un sol tan radiante que le pidió a luna unas estrellas para tenerlas a su lado en ese mismo momento y aclarar el cielo como de costumbre. Sus miradas y sus sonrisas llenas de vida eran el único sonido sordo del lugar y la danza del viento mudó que los acompañó esperando el tan deseado beso que después de tanto tiempo callado quería hablar de una vez y decir mil cosas; lo consiguió  después de todo... hablo tan rápido y tanto que no pudieron entender pero les gustó tanto su voz que quisieron volver a escuchar. El dulce sabor de los labios suaves de la azabache lo volvió adicto al instante y no quiso separarse de ella nunca, pero el tiempo es grande y la vida corta, CASI nada es enterno, lo único verdadero y eterno es el amor.

Pequeño amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora