Híbrida con Secretos

Capitulo 8: Sorpresa, la linda familia

Si el tiempo pasara lento como muchos creen, no se les iría la vida volando de un soplido con el viento, pero si así fuera creanme que yo sería solo cenizas que vuelan tratando de buscar un lugar lleno de paz. Tal vez los humanos valoren cada; segundo, minuto y horas a medida que el reloj hace tic toc a todas costas. Por que para ellos el poder respirar es un privilegio, pero para nosotros no es mas que un juego de cartas manejado al azar. Otros creen que la inmortalidad es lo mejor, pero al pasar de los años se van dando cuenta que cometieron un error.

Tres meses en este pueblo. El besalamano no han vuelto a llegar. Cristyn ya supo de Kenet, dijo que lo vio varias veces en el manicomio pero mucha importancia no le daba y aunque le costó ahora lo dejaba entrar en nuestra casa. Las miradas asesinas entre Peyton y White seguían, solo que ya iban disminuyendo.Rara la cosa se puso desde que en la mesa que me sentaba en el almuerzo con la grata compañía de mi sombra, ahora Cristyn mas seguido junto a su novio sin contar a kenet que había entrado a estudiar con nosotros y se sentaba allí, además como sabía que no comía me daba carne cruda y sangre en un termo. Sinceramente parecía que ya tenia mi propio grupo de amigos ñ.

Sobre Martinez pues digamos que ya me he dignado a hablarle y soltarme un poco, muy de vez en cuando almorzabamos juntos, o hasta conversábamos por los pasillos para ir a las clases correspondientes de cada uno. Y aunque suene muy rápido hasta quizás apresurado, hoy al finalizar la escuela iría a su casa por el estorboso trabajo práctico de geografía. Como él se ofreció a hacerlo juntos también dispuso su hogar como medio de estudio y comodidad de un punto de reunión para labrar algo de la prisión.

Todo este cambio repentino me sorprendía y mucho, ya que mi barrera de no ser sociable se estaba rompiendo de a poco, sin embargo la compañía estaba bien pero de vez en cuando necesitaba la presencia de cuya llamamos soledad.

[...]

Ya dicha Jordana escolar había acabado, me encontraba en la vereda de la escuela donde se supondría que está el estacionamiento de autos y motos de profesores hasta de algunos que repitieron cursos y son mayores de edad que ya se les permite conducir, o hasta estudiantes de dieciséis años que sus adultos responsables les dieron permiso con aquel pase. Me hallaba esperando a que saliera Curtis de su turno de la cárcel cumpliendo sus clases, hasta por fin irnos y sacarnos el fastidio de cuya materia no aguanto.

Nos había pasado a buscar un auto de lujo;combinación del siglo XIX y siglo XXI, era muy hermoso y cómodo por dentro, lo que me hizo pensar que la familia de Curtis era refinada; cuyo dato no me he equivocado al llegar a su casa o mejor dicho casi una mansión en medio de todo el pueblo. Sin duda es la fase millonaria que todo turista quisiera entrar en aquellas residencias. Me sentía como una extranjera que estaba por entrar al castillo de la reina de Inglaterra.

Todo muy limpio, al parecer cada cosa tenía su lugar y la casa se encontraba en su perfecto orden. Al bajar las escaleras se vió a una mujer de media edad muy hermosa, juraba que había salido de alguna revista de modelos con el título de portada "perfección humana", llevaba un vestido rojo que caía perfectamente  por toda su estructura; su color de piel al ser reflejada por la luz se notaba cada vez más blanca, con un pelo enrrulado castaño por los hombros, parecía una actriz famosa de hollywood en los ochenta.

Hablando rápidamente los padres se vestían de la mejor manera posible, hasta era sorprendente su gran toque del acento británico. Curtis me explicó que era mejor ir a su habitación por que dentro de un rato la casa sería un caos y aunque mucho no le comprendí fuimos a su cuarto; que estaba desordenada, típicamente de un adolescente; lleno de fotos, pósters, y entre otras cosas que usaría un normi (humano en si). No me había dado cuenta que  ya la noche cayó y eso significaba que pronto Debía irme ya que está parte del pueblo no la conocía.

Curtis: ¿quieres quedarte a cenar?- pregunta guardando sus cosas y la mira.

Raquel: no puedo, volveré a casa y cenaré con mi hermana- Miente como siempre hace cuando la invitan a comer.

Sarahí, la madre de Curtis toca la puerta que estaba abierta de la alcoba y ambos fijamos nuestra atención en ella.

Sarahí: niños la cena está lista, y Raquel te quedaras a yantar con nosotros- ordena de una forma sutil y se retira con una sonrisa.

Ante no poder negarme al precepto de la madre tuve que quedarme, y al parecer pude conocer a cada integrante de su familia; en total de hijos de ambos padres eran cuatro; Curtis, Anny, Andrew, y por mi malísima suerte kenet, quien seguía como segundo hermano mayor. El al verme primero se sorprendió  luego vio a su pana sentado a mi lado y su expresión cambió por una sonrisa burlona.

La mujer del hogar presentó a sus hijos como sus preciosos bebés, Andrew solo saludó con la mano, Anny me examinó con la mirada desde los pies a la cabeza como si mi presencia se tratase de una amenaza, por último Kenet, quien se limitó a guiñar el ojo a mi persona. No me quedó otra que responder formal con; "un gusto conocerlos" tuve que meter alimentos a mi boca e ingerirla para no quedar mal, aunque por dentro el raspe se sentía como un papel de lija.

La cena fue tranquila, normal creería yo, con charlas, peleas entre los integrantes jóvenes, arcadas disimuladas por mi parte sonrisa irritante de White quien no tocó su plato en toda la velada, preguntar sobre mi y donde vivía; todas esas cosas normales que realizan para conocerte. El estar tragando bocadillos humanos luego me traerían consecuencias, pero mientras más rápido me vaya de ahí, más de prisa podría vomitar y no causarme un daño mayor.