Capítulo 7: Por Mala Suerte

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Cameron: Raquel por favor háblame - le imploraba como un niño pequeño.

Raquel: no decía ni una palabra y lo miraba con los brazos cruzados.

Aunque me lo implorase mil veces no iba a perdonarlo, lo que hizo no fue para nada lindo ni mucho menos gracioso, no me importaba que él se este casi riendo yo no lo hacía. Se había  comido mi pedazo de carne, a mi preciada presa, se la tragó entera y solo los huecitos me dejó, ni siquiera los huesos más grandes; ¡No!, los chiquitos, como si me llenara con las sobras. A mi me dan el filete completo o no me den nada punto.

Raquel: hacía que no lo escuchaba.

Cameron: vamos solo fue un cazador tampoco para tanto -trata de justificarse.

Raquel: ¡Era mi comida que la terminó saboreando un lobo entrometido! -grita molesta.

Lo sé, una estupidez ¿No?, pues para alguien como yo era de suma importancia que nadie se comiera lo que yo obtenía por mis métodos. Pero como siempre Cameron era un entrometido en mis cosas, su nariz estaba asomada por donde no la llamaban. Por si se lo preguntaban que sucedió con el viaje de fin de semana o  mejor dicho en mi; la perfecta huida planeada durante horas en mi cabeza, digamos que Cristyn no quería que estuviese sola, entonces para mi sorpresa y la de soledad vino ella también con su novio atado de la correa; mucho no me molestó, al verle el lado positivo de que Peyton tenia auto, pero a su vez la idea de que ellos vengan era mala por que no podría fugarme.

Por suerte la ciudad contenía callejones por los cuales alimentarme era mas fácil; en el sentido de atrapar a las personas  y llevarlas allí, tampoco habrían testigos de lo que estaba o no pasando, y era lo que justo iba a hacer hace unos cuantos minutos atrás pero Cameron apareció para tragarse mi preciado banquete; y todo eso por que el borracho que escogí  intentaba agarrar un palo y mantenerse de pie, lo cual me hacía reír un poco, ya que los humanos son muy incompetentes, se emborrachan creyendo que así solucionarán  sus problemas y los hace ver mas patéticos de lo normal. Entonces el gran lobo creyó que aquel ebrio me golpearía  y por eso me "defendió". Esa acción volvió a Peyton el doble de imbécil como siempre solía ponerse en ridículo.

Cameron: debo admitir que si estuvo delicioso- sonríe mirando a Raquel.

Juraba que lo mataba en esos instantes, encima de que se comió mi aperitivo dice que estaba rico. ¿Qué se yo si se hallaba sabroso o no?, no lo he probado. Para suerte de todos menos la mía, Kenet me abrazaba por atrás para que no intente degollar a Cameron, solo que en este momento se creó una fea tensión entre ambos, parecía que se iban a matar en cualquier segundo sin olvidar mencionar el silencio incomodo entre ellos que eran reconfortante para mi. Si, Kenet también había venido al viaje solo que durante esté Cameron con nosotros, él se ocultaba por ahí por el simple hecho de que Kenet era un arrogante vampiro y no aguantaba a un lícantropo, luego volvía para molestar.

Raquel: muy bien todos, mejor calmados, o ¿acaso quieren que me enoje?- Responde como si fuera una madre con mal temperamento.

Ambas bestias dejaron su juego de miradas un tanto aterradoras y desquiciadas, para volver a sus posturas normales. Me salí del agarre de Kenet y miré al él uno y él
otro. Estos dos debían aprender a llevarse bien entre si, y yo a bancarlos otra vez.

Raquel: Cristyn está por despertar, así que, ustedes par de idiotas, deben traerme una nueva presa -Ordena mirándolos con seriedad.

Kenet: ¿y porqué debemos ir nosotros?.

Raquel: Por que me voy a molestar mucho y vosotros no quieren eso, ¡ahora vayan! -Grita a lo que él lobo y el vampiro salen corriendo.

Por fin había paz, sin que ninguno me este molestando, podía sentirme algo mejor. La soledad no estaba tan tranquila que digamos, pareciera que alguien más se encontraba  justo donde me ubicaba, pero no se veía a nadie.

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