En aquel espacio hogareño donde Liam se movía con gracia en la cocina y su pequeño hijo como la mejor compañía, quien le cuenta su día completo en la escuela. Algunas veces veía de reojo a Keith procurando que no tomará algo peligroso, porque su hijo casi tenía un letrero en la frente que decía ser muy curioso en todo igual que el.—¡Papi!— el niño levantando en su mano un dibujo recién hecho. Bajo de la silla metálica a paso veloz hacia al hombrecillo. —¿Te gusta?—preguntó feliz, extendiendo el papel colorido.
Liam sonríe tomando la reliquia, el dibujo enseña a él y a su pequeño tomados de las manos y encima de ellos un "te quiero papi" con crayón rojo y caligrafía extraña. A pesar de tener muchos dibujos iguales siempre terminaban derritiendo su corazón.
Keith, es un niño carismático, cariñoso y obviamente tenía la inocencia de un infante de su edad. Lo más valioso que Liam tiene en su vida y que jamás se cansará de levantarse cada día para mirar la sonrisa de su niño.
Asintió con una sonrisa bastante grande en su rostro, tomó el pequeño dibujo y lo colocó en el refrigerador junto con los demás. El pequeño sintiéndose satisfecho volvió a la mesa para recoger sus materiales sabiendo que la comida estaría lista en unos minutos, el ya delicioso olor inundaba la cocina.
—Bebé, cuando termines de levantar tus materiales ve a lavar tus manos— pidió de favor.
A los pocos minutos los dos estaban sentados comiendo la exquisita comida hecha por el joven de ojos miel, disfrutando de los buenos comentarios de su hijo. Sabía que con su comida podía chantajear a su niño, de igual manera si él estaba triste, enojado o enfermo, ya que Leith no dejaba pasar por alto la comida casera de Liam.
—Pronto será el cumpleaños de Roniie—recordó el pequeño, mirando a su padre. —¿Podemos comprar su regalo pronto?—enterró su labio superior detrás del inferior creando un pequeño puchero.
—Claro que si— contestó él castaño, su pequeño sonrío feliz. —Pero será el sábado ¿está bien?
—¡Si!—
chillo, sacándole una risilla a su padre por su reacción.. . .
Por otra parte y me refiero en la piso de inferior, un ojo azul se encuentra tumbado en su cama, hoy y mañana se tomaría un descanso, pasar el día completo fuera de casa recorriendo las calles por todas partes era agotador y con la propuesta de Liam sentía que habían quitado un peso de encima, con estrés incluido.
Cerro los ojos disfrutando la comodidad de su cama, sintiendo las sábanas y almohadas frías haciendo que su cuerpo desee ser envuelto, la calor cada vez se identificaba más en la ciudad.
Por las noches ni se habla, el frío y el calor se mezclan convirtiendo el clima bochornoso. Antes de caer rendido en el sueño su mente decide recordar la más preciosa sonrisa de Liam, los labios perfectamente rellenados con un leve tono rosado y luzcan suaves y frágiles.
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Él es Liam
FanfictionNiall tiene una cámara fotográfica Liam tiene una hermosa sonrisa Esta historia me pertenece Prohíbo la adaptación sin mi permiso