¡Humano! ¡Humano! Si te dieras cuenta que el día de tu muerte no te llevarás ni la cuarta parte de las riquezas que aquí obtengas.
Tal vez todo sería fácil.
Pero ¡No! Tú siempre buscando obtener aún más, sin valorar lo de verdad; los sentimientos. Pobre alma desgraciada pues el día de tu muerte no te quedara ni un quinientos.
¡Está bien! Seré bondadosa contigo por que amo estar dentro de tu cabeza y corazón, te dejaré que te sigas alejando cada vez más de lo que cuenta en realidad, viviendo de ilusiones por anhelar llenar tus bolsones.
Sin embargo, tu última día ya está sobre un libro escrito que tarde o temprano llegará a su finiquito. Entonces ahí sabrás que la vida no depende de que tantos materiales hayas obtenido.
Atentamente: La avaricia