Siempre humilllando a la gente, creyendote merecedor de todo lo existente.
Siempre mirando por encima del hombro como si fueras la realeza.
Siempre con comentarios mal intencionados para herir a los que están a tu lado.
Siempre con esa vanidad que te nubla la realidad.
Siempre con el sentimiento de arrogancia vas navegando por la vida, que triste que sería que todo eso acaba y que cuando más lo necesites, por tu mal comportamiento no haya nadie que te siga.
Atentamente: La soberbia.