Darkness || Min Yoongi

Capítulo 2. Intenciones

CAPÍTULO DOS.

Intenciones.

Me haces mal pero se siente bien.

Dos semanas después.

-¡Hola Nicole! -gritó Lisa en cuanto me vio. Creo que se pensaba que ya éramos amigas o algo por el estilo. Lo único que quería era aprovecharme de ella también. Mis únicas amigas estaban en Los Ángeles, y no tenía pensado hacer amistades aquí en Seúl.

-No me grites, odio que me griten. -dejé los libros en el casillero a la vez que arreglaba mi cabello.

-Oh, lo siento. -rió divertida aunque yo no veía el punto de diversión en el asunto. -¿has dormido bien?

-Sí bueno, no puedo quejarme.

-Yo también, aunque creo que no he dormido lo necesario, ¿sabes? Soy súper dormilona, a parte no he podido siquiera maquillarme, ¿viste? Tengo ojeras de mapache, o buen..

-Cállate ya, Lisa. -murmuré cerrando mi casillero. -Hablas mucho.

-Perdón, en fin, vamos a clase, nos toca historia. -volvió a sonreír y yo me pregunté cuántas veces al día sonreía esa chica.

Nos dirigimos a clase, me percaté de que Min Yoongi estaba sentado por las filas de atrás y me alegré por compartir otra clase con él. La profesora aún no había llegado así que tomé asiento junto a Lisa y me dediqué a pintar mis labios.

-Creo que Taehyung viene hacia acá. -me susurró Lisa.

-¿Quién es Taehyung? -dije en voz baja.

-El que te está mirando, fíjate.

Hice lo que me dijo Lisa y en efecto, un chico demasiado guapo y con una sonrisa de infarto me estaba mirando. Sus amigos le dieron varias palmadas en la espalda y le dijeron algo que no pude llegar a escuchar. Él se rascó la nunca y puso rumbo hacia mí. Sus manos descansaban en sus bolsillos y su andar era atrevido, aunque su mirada era otra historia, pues reflejaba inocencia y pureza, algo que yo había perdido hace bastante.

-Nicole, ¿cierto? -preguntó en cuanto llegó.

-Sí, ¿tú eres? -eché mi cabello a un lado y jugué con las puntas de éste.

-Kim Taehyung. -su voz era ronca y varonil. Nada que ver con su tierno rostro.

-Bien, Taehyung, ¿qué quieres? -intenté sonreír amablemente.

-Sólo presentarme. -murmuró un tanto nervioso dirigiéndome una corta mirada. En ese mismo momento entró la profesora, cortándole. -Un gusto conocerte, Nicole. -se sonrojó levemente haciendo una reverencia y se fue a su asiento.

En todo ese tiempo pude sentir la mirada de alguien sobre nosotros y ni si quiera tuve que darme la vuelta para saber de quién era. Min Yoongi quería mi atención porque yo tenía la suya. Llevaba dos semanas intentando acercarme a él en vano, porque no hacía más que evitarme, incluso llegó un punto en el que estuve a punto de tirar la toalla y buscar a otro chico con el que divertirme.

Me giré cuando la profesora dio media vuelta para escribir algo en la pizarra y le sonreí al peliverde. Él me miró. Serio, inexpresivo, y bajó la cabeza garabateando algo en su libreta. Su perfil era básicamente perfecto. Su semblante era oscuro, te pedía que te alejaras sin siquiera haber hablado con él, pero eso mismo fue lo que me atrajo de Yoongi. Quería un reto, alguien que me lo pusiera difícil, alguien a quien le costara querer y confiar en las personas, alguien que me entregara su corazón para después romperlo. Y ese alguien era él.