Capítulo 3. PT2

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CAPÍTULO 3 pt2.

Antes de lo previsto.

Pruébate, joder, eres deliciosa.

Al despojarme de su camiseta me percaté de lo blanquecina que era en realidad la piel de Min Yoongi. Dejé un rastro de besos por su abdomen hasta toparme con la hebilla de su pantalón, intenté desabrochar el botón, pero él me paró.

—¿No estarás borracha verdad? No quiero aprovecharme de ti. —murmuró contenido, tenía tantas o incluso más ganas que yo de que sucediera todo esto.

—No he bebido tanto. —mentí. Había bebido lo suficiente para estar borracha, pero sabía que aunque tal vez mañana no me fuese a acordar de todo, sin duda no me arrepentiría.

Él asintió y yo me encargué de bajar sus pantalones, para después deshacerme de sus calzoncillos, haciendo que su polla saliera de una, tan erecta como había imaginado. Escupí un poco de saliva en su miembro a modo de lubricante antes de agarrarlo con mi mano, casi sintiendo cómo palpitaba. Comencé a mover mi mano a un ritmo lento, aunque doloroso para él.

—No sabía que la tenías tan grande. —murmuré dándole la primera la lamida a su glande, sintiendo el sabor de su presemen. Yoongi ni si quiera podía hablar, se limitó a gemir, manteniendo los ojos cerrados y su labio inferior atrapado entre sus dientes. Volví a llevarme su miembro a mis labios, depositando un suave beso en su tronco y sin más me lo metí en la boca, chupando de manera casi desesperada y ayudándome con mi mano en el resto de su longitud. Usé la lengua para que sintiera más placer, mi cabeza subía y bajaba a un ritmo acelerado mientras que los gemidos de Yoongi se hacían más audibles. Él Agarró mi cabello con fuerza comenzando a mover su pelvis rápidamente. Su miembro entraba y salía de mi boca. Me estaba follando, casi literalmente. La excitación fue demasiada, por lo que llevé mi mano a mi feminidad, sintiendo lo húmeda que me encontraba. Solté un gemido inaudible al acariciar mi clítoris con mi dedo índice; necesitaba su polla dentro de mí, no dentro de mi boca.

—J...joder, eres...tan buena... ¡Ah! —gimió cuando conseguí metérmela entera, haciendo que su miembro tocara mi garganta, produciendome una leve arcada. —Estoy tan.. Ah.. Cerca... joder... Ah, sigue así pequeña... —murmuró entre gemidos y yo seguí con mi cometido de hacerle la mejor mamada de su vida.

Llegó al orgasmo segundos después, soltando un grito que me erizó la piel, poniéndome aún más cachonda de lo que estaba, así que como buena chica, me tragué su semen, y lamí las pequeñas gotas que cayeron sobre su abdomen. —Eso ha sido increíble. —susurró contra mi pelo, depositando un pequeño beso. —Ahora es mi turno de hacerte sentir bien, ¿no crees? — hizo que yo quedara bajo su cuerpo, quitándome la el vestido y tirando mis bragas a no sé que lugar de la habitación. —Mírate... tan mojada. —murmuró a escasos centímetros de mi feminidad.

—Yoongi. —gemí. La excitación era demasiada en estos momentos, y sentía que mi clítoris iba a explotar en cualquier momento de lo hinchado que estaba.

—No sabes cómo me pone escucharte gemir mi nombre, bebé. —dio el primer lametón. Fue suave y yo me retorcí bajo su cuerpo. Siguió lamiento, deteniéndose en mi clítoris y haciendo movimientos circulares con su grandiosa lengua.

—Dios mío... —lloriqueé al sentir un dedo entrando en mí, seguido de otro, manteniendo un ritmo severo en el placerento mete-saca mientras que su lengua hacia maravillas por dentro de mis pliegues. —¡Ah, Yoongi! —grité al sentir sus dientes mordiendo mi clítoris con fuerza, en estos momentos era jodidamente cruel hacerlo, mi clítoris dolía demasiado de lo excitada que me encontraba, pero sin embargo no sólo sentí dolor ante su mordisco, sino también placer. Sacó sus dedos e introdució su tibia lengua en mí mientras yo tiraba de su pelo sacándole esos gruñidos que tanto me encantaban. Comencé a gemir más alto, deleitando el oído de Yoongi hasta que llegué al clímax soltando un grito desgarrador. Yoongi se dedicó a beberse mis fluidos, que parecían no querer cesar.

—Pruébate, joder, eres deliciosa. —murmuró llevando dos de sus dedos empapados a mis labios. Yo abrí la boca con gusto, chupando y envolviendo mi lengua alrededor de sus dedos. Su mirada se oscureció aún más cuando mordí mi labio inferior, sintiéndome exhausta. Yoongi me arrancó el sujetador y se dedicó a dar pequeños besos por mis pechos, cuello y clavícula. Yo cerré los ojos ante su tacto, hasta que caí en los brazos de Morfeo.

***

Me despertó la molesta luz que se colaba a través de las cortinas, intenté levantarme, pero un fuerte dolor en mi cabeza me lo impidió. Joder.

—¿Ya despertaste? —me exalté al escuchar la voz de Yoongi. Estaba de pie, con su cabello mojado y una toalla rodeando su cintura. Su gran dotado miembro se marcaba demasiado, y yo sólo aparté la mirada, no quería terminar cachonda perdida.

—Sí, ¿Qué hora es? —agarré la blanca sábana intentando tapar mi notable desnudez.

—Las doce y media. ¿Te acuerdas de lo que pasó anoche? —susurró.

—Más o menos. —murmuré. Me acordaba, no de todo, pero lo hacía.

—No te arrepientes, ¿verdad? —me miró a los ojos y pude ver algo en ellos, algo que yo nunca sentía. Miedo.

Yo no le respondí, sólo solté las sábanas y agarré mis bragas del suelo, poniéndomelas seguido de vestido. Dejé el sujetador en el suelo ya que estaba roto, el muy hijo de puta lo había destrozado anoche.

—¿Te vas? Yo te llevo. —volvió a hablar.

—¿Tú? ¿Dónde? ¿En tu coche imaginario? —respondí burlona colocándome los tacones.

—En el de Hoseok. Aún ni te lo he presentado.

—Ni falta que hace, viene a por mí Mason, así que no te molestes, nos vemos en clase. —agarré mi bolso y salí de la habitación, dejando a un Yoongi confundido dentro.

Después de llegar a casa, el peliverde se tiró toda la tarde llamándome. Se sentía culpable por algo y ni si quiera él mismo sabía de qué. Pobre iluso.

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⏰ Última actualización: Dec 12, 2018 ⏰

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Darkness || Min YoongiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora