Capítulo 2

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MISIÓN:


Habían pasado ya dos días desde el baile, ya que Carlota e Ethan debían acabar de mudarse. En ese tiempo a los demás del equipo nos dieron la opción de ir a entrenar o descansar. Claramente como soy una mujer trabajadora y me esfuerzo al máximo cada día decidí ir a entrenar.

O también pudo ser que tus padres te obligaran y que mientras tú estabas entrenando Mario y Nico te llamaran para decirte lo relajados que estaban y restregándote que se habían levantado a las 12

O también pudo pasar eso...

Hoy me levanté y me puse el uniforme de la agencia. Me dirigí hacía allí, al llegar me encontré a Carlota y nos pusimos a hablar de temas que fueron surgiendo. Hasta que por delante de mí paso un precioso Ferrari  de color negro, dios mío creo que me voy a desmayar.

- Lota, me acabo de enamorar... - Le dije sin quitar la vista del coche, ahora aparcado.

- Wow, Lena pensé que habías superado ya lo de mi hermano, es un completo idiota... - ¿A que sí? Espera, ¿De qué habla?

- ¿Qué? – Dije totalmente desconcertada, a demás de que obviamente ya había superado a su hermano (Bueno lo que pasó en el baile dice otra cosa, pero tu síguete engañando) - Estaba hablando del coche...- En ese momento vi al conductor salir del coche, ¡¡NO PUEDE SER!! - ¡¿Ese cochazo es de tu hermano?!

- Si... ¿Por?

- ¿Crees que me deje conducirlo alguna vez? – Le pregunté.


- No creo, es el único coche en el cual no deja que entre ninguna chica, ni siquiera yo, por eso suele usar más los otros.

De repente me di cuenta que ya estábamos en la recepción de la agencia y le dije a Lota que se fuera a cambiar mientras que yo le iba a preguntar una cosa a mi padre.

De camino choqué hombros con alguien, Ethan, el cual se disculpó, y cuando iba a dar media vuelta dispuesto a irse decidí hablar:

- Oye, tienes un coche bonito, vi que cumpliste con tu sueño de tener el Ferrari... - Dije.

- Sí, pero tu también el tuyo de tener una moto, que por cierto es una pasada.

- Lo sé - Le dije poniendo pose de diva.

Nos despedimos y fui directa al despacho de mi padre, iba a entrar, cuando alguien me coge como un saco de patatas. Levanto la cabeza y puedo ver a Nico llevándose a  Lota de la misma manera que a mí.

- Mario, ¡¡O me sueltas ya o te castro!! – Dije dándole golpes en el trasero.

- Dios mío, Leni quieres parar de gritar y pegarme en mi precioso trasero, el jefe nos dijo que os lleváramos a la sala de los rubíes – Os explico, la sala de los rubíes es una habitación bastante grande con una pequeña sala de entrenamiento, un equipo técnico de primera, un armario de armas y unos sofás, los cuales tienen delante una televisión casi tan grande como la pared partida en 6, en plan "Las reglas del juego".

Cada equipo tiene su sala, y cada sala tiene su debido nombre, la nuestra se llama la sala de los rubíes, pero hay otras salas como; La sala de fuego, o la de los espejos, entre otras.

Sentí un movimiento brusco y unos segundos después estaba tirada en el suelo.

- ¡¿No podías haberme bajado menos bruscamente?! - Le dije a Mario con enfado.

- Te advertí de que te iba a soltar, pero no me contestaste.


- Claro, entonces en vez de volvérmelo a decir me tiras al suelo, ¿no? Pobrecita la que tenga que aguantarte.

Si tú supieras...

¿Qué?

Nada, nada...

- Oh, vamos, eso me hirió – Dijo haciendo como que se quitaba una lágrima.

Estaba a punto de contestarle cuando un carraspeo interrumpió nuestra pelea, mi padre estaba enfrente de nosotros y traía el semblante más serio que le he visto en toda mi vida.

- Chicos os traigo vuestra primera misión como equipo, no es una misión corta ni fácil, quiero que deis vuestro máximo. – Dijo él

- Creo que nuestra primera misión no va a ser tan simple como esperaba... - Le susurré a Carlota

Mi padre encendió la televisión y desde su tablet empezó a abrir algunos archivos, los cuales contenían algunas fotos, que no me gustaron nada. Se podían apreciar partes de una bomba, que no parecía pequeña.

- Chicos, lo que veis son partes de una bomba, pero no una cualquiera, Cuando desapareció la Unión Soviética se perdió la pista a muchas armas nucleares; Algunas bombas que se creyeron destruidas no lo estaban, una de esas bombas podría llegar a arrasar todo un país entero. – Todos en la sala estábamos anonadados – Y esa es nuestra bomba.

- Bueno por lo menos no está activa. – Dije para bajar un poco la tensión

- Ese es el problema, la bomba la hayamos ya que al haber un temblor en esa zona saltaron los radares, los que llevaron a la bomba a ser activada. Hemos logrado retrasar la explosión unos meses, el problema es que los planos están extendidos por todo el mundo gracias al mercado negro, que fue vendiendo parte de los planos de la bomba. Necesitamos que recuperéis los planos para poder finalmente desactivarla. No tengo permitido deciros donde se encuentra la bomba, pero ya hemos despejado alrededor de ella 50 km a la redonda diciendo que por ese lugar se habían hallado descubrimientos arqueológicos, los km se irán ampliando, pero no es fácil ya que la bomba tiene un poder descomunal.

- ¿Y cómo sabremos donde están los planos? – Preguntó Carlota aún en shock.

- Esa información os la proporcionaremos nosotros, por ahora coged las maletas e id colocando todos vuestros trajes de misiones y ropa de gala, aunque yo metería también a alguna ropa de abrigo, no creo que os valláis a Hawái.

Después salimos y cada uno se fue a su casa a ir preparando su maleta.

ANIE: Operación Bomba SiberianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora