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18/01/20

-No puedes estar todo el día aquí acostado jugando videojuegos, sal con tus amigos, haz algo.

-Estoy jugando con amigos, mamá.

-Sabes que eso no es a lo que me refiero, Thomas.

-No entiendo, ¿por qué quieres que salga?, ya viste lo que le pasó a Drew por salir tanto, ¿o es que también quieres que tu otro hijo se vuelva drogadicto?

-Vuelve a hablar así de tu hermano y te juro que tiro esa consola a la basura.

-Bueno, la verdad duele.

-Quiero que apagues eso ahora mismo y te pongas a hacer cualquier otra cosa.

-Está bien, mamá, ¿quieres que salga?, eso haré, maldita sea.

-Me parece una excelente idea.

-Si mañana ves en el periódico que encontraron a un chico muerto, es tu culpa.

-Si mañana ya no encuentras tu consola, es tu culpa.

Le escribo a Fab, mi mejor amigo:

-¿Vamos a comer algo?

-Es sábado, ¿no íbamos a jugar GTA?

-Tú lo dijiste, "íbamos".

-¿Qué pasó?

-Mi mamá.

-Oh, ya entiendo. Okay, ¿pasas por mi casa?

-Voy.

La casa de Fab es muy grande, y es de esperarse si tus padres son dueños de varias empresas.

-Estoy abajo. -le escribo.
-Voy.

Mientras esperaba a Fab, su hermana, Katie, salió. Katie tiene solo un año más que yo. Siempre que la veo me quedo mirándola como idiota, porque sí, me gusta mucho desde hace ya un tiempo, sin embargo, ella me ve como si fuera mi hermana, ya que me conoce desde que tenía 10 gracias a mi amistad con Fab. Tenemos mucha confianza, solíamos hablar por horas de absolutamente todo y era genial; no hemos dejado de hablar, pero antes hablábamos más.

-¡Hola, Tom!, ¿cómo estás?

-Bien, creo

-¿Crees?

-No soy de salir un sábado, ya sabes.

-Nunca entendí porqué, los sábados son geniales para salir.

-Supongo que aún no tengo suficientes amigos jaja.

-Eso simplemente no lo puedo creer, eres Tom, el chico más lindo de todos -dijo pellizcando mis mejillas- además de inteligente, bueno y al parecer coqueto, eh. Ya me contaron lo que hiciste, travieso. Y debo admitir que me duele que no me lo hayas contado tú.

-Jaja, ¿de qué estás hablando?

-Te acostaste con esa tal Vanessa, pillo. ¿Cómo dejamos de ser niños tan rápido, eh?- dijo con una sonrisa.

-¿Qué...

-Oye, está bien siempre y cuando te protejas, ten mucho cuidado porque...

-Espera, espera, ¿de qué estás hablando?, no me acosté con Vanessa, solo nos dimos un beso y ya.

-Fue el último chisme antes de vacaciones, todo mi salón hablaba de ello, ¿no lo sabías?

-No tenía ni idea, en mi salón nunca hablaban de eso. Ahora entiendo porqué todos me miraban en receso, y me miraban aún más si me juntaba con Vanessa.

ThomasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora