Dark Family

Despertar

Despertó con una intensa iluminación blanca. Ni siquiera sus párpados cerrados eran protección para sus ojos. Deseó cubrirse con una mano, pero algo lo detenía. El sonido de metal chocando entre sí. Trató de mover también las piernas, pero nada.

Su mirada logró enfocar finalmente. Habitación blanca y fría. Parecía un hospital. Observó su cuerpo, poseía múltiples vendas en sus piernas y torso. Intentó incorporarse un poco a pesar de las ataduras, pero dolía.

Recordó lo sucedido. Hydra... Superior...

Forcejeó aún más. Le habían torturado y tuvo que revelar información importante sobre la resistencia. Estaba en graves problemas, pero continuaba vivo. El chip subcutáneo que llevaban consigo todos los agentes debería continuar emitiendo señal. Eso podría salvarlo. Sólo debía aguardar por la ayuda.

Pasaron los minutos, horas. La habitación continuaba intacta.

Fue el peor momento de su existencia.

Tuvo oportunidad de replantear su vida. A sus 16 años había hecho grandes cosas, a pesar de ser un huérfano y de vivir solamente con su tía. Desde la muerte injusta de Ben, el nulo auxilio por parte del gobierno, decidió hacer un cambio. Pero nadie le dijo que todo eso era tan grande. Tal vez hubiese sido mejor quedarse en su vecindario y ayudar en pequeñas situaciones.

Sabía que estaba deshidratado, pues ya ni siquiera podían emerger lágrimas. Sólo lamentaba el cómo le dirían a su tía que había desaparecido. No sabía si su corazón lograría soportar más dolor.

— Estuve analizando tus lanzadores y los datos que le diste al Capitán. Recrearon el suero. No lo creería sino fuera por el informe que dieron mis doctores. — Stark entró sin levantar la vista del examen sanguíneo del chico.

Peter le miró en una mezcla extraña entre furia y temor. Sólo debía fingir ser su espía y volver a SHIELD. Les diría lo que descubrió y ellos contra atacarían. Si se ganaba la confianza de Superior, volvería a casa.

— Se divirtió contigo, ¿no es así? — Rió, pero continuó leyendo la tabla que le había dado una enfermera para explicar su condición. — Quemaduras, herida quirúrgica... ouch, esa no sanará pronto. Tienes suerte de que sabe cómo torturar, un poco más y casi desgarra tu arteria femural. Habrías muerto desangrado en unos minutos. — Continuó pasando las hojas mientras se sentaba al borde de la camilla, la única de la habitación. — La cierra fue un gesto muy amable. Antes realizaba lobotomías con un taladro oxidado. No morían por las lesiones neuronales, la plasticidad cerebral es sorprendente, pero Tétanos directamente en la materia gris... la necrosis actuaba pronto. Las autopistas eran un asco. El olor permanecía incluso después de dos desinfecciones. — Dejó a un lado la tabla, sonriendo como si hubiese contado una anécdota graciosa. Peter no sabía cómo reaccionar, antes habría creído que era una broma cruel, pero sus lesiones decían lo contrario. — El médico dijo que debías permanecer con el brazo en reposo, pero no iba a permitir que estuvieras aquí dentro sin cadenas. — Señaló sus muñecas adheridas a la cabecera de la camilla. — Fuera de eso, espero que tu estadía sea cómoda. Tuviste una operación, por sino lo sabías. Se supone que Rogers iba a rebanar de forma superficial, aunque terminó abriendo parte de tu intestino delgado. Tal vez sea más asqueroso e infeccioso tener materia fecal entre tus órganos, pero es peor el ácido gástrico. Aunque, claro, dada tu condición especial, te has recuperado rápidamente. Felicidades. — Palmeó la pierna vendada, causándole gemidos de dolor y derramando lágrimas que hacía poco creía ya no poseer.

— ¿P-por qué? — Susurró, removiéndose para evitar que volviese a tocarle.

Para su sorpresa, Anthony se detuvo, desviando la mirada al inmaculado muro a su frente. — Buena pregunta, chico. Yo también desearía saberlo. ¿Por qué recrear súper soldados? ¿Por qué enviar a uno de ellos a Hydra? Sólo uno. ¿Tan capaz te creían? Y lo más importante... ¿Por qué implantarte un rastreador subcutáneo? Al parecer no confiaban demasiado en ti. Te creyeron un peón, el que debía morir en primera fila. — Canturreó, girando el rostro para volver a mirar al niño. Su expresión en calma no era coherente con sus sádicas palabras. — Descuida. El chip dejó de funcionar en cuanto mi perro te despertó. No soportó una corriente eléctrica tan alta y detuvo su emisión. Para este momento deben asumir que estás muerto.

El rostro de Peter mostraba una profunda desesperanza. Si es que alguien fuera a buscarle, sería en Hydra y no donde se encontraba SIM... a menos que... El Capitán le despertó dentro del territorio de Stark. La última señal indicaba su ubicación exacta. Tal vez sí había una oportunidad.

— Oh, niño. Deja de pensar que alguien vendrá por ti. — Anthony endulzó su voz, jugueteaba con la tabla entre sus manos. Peter reaccionó asustado, era como si SIM leyera su mente. — Nadie vendrá por ti, porque yo mismo te devolveré a casa.

Peter no comprendía. ¿Había escuchado bien? No era posible. Stark era ahora el enemigo. Debía estar jugando con su mente. Seguramente sólo lo decía para después burlarse de su ingenuidad. Frunció el ceño. No caería en su juego y pelearía para escapar, para revelar la verdad sobre SIM.

— Veo que no quieres hablar. Bien. Volveré después. Toma tu tiempo para recuperarte. Llamé a tu tía y tengo su consentimiento para retenerte aquí. — Se dirigió a la puerta, escuchando su grito al decir "ESPERE", el cual ignoró.

Se dirigió a su laboratorio, en el cual comenzaría a examinar las muestras de sangre del chico. Steve le había traído un buen espécimen, pero no por su habilidad, sólo era suerte que Peter fuera quien se infiltrara en Hydra.

Su ADN era único y temía que existieran más rebeldes bajo esa condición.

Se encerró por varias horas, tratando de descifrar cómo es que lo habían conseguido. No había comido ni dormido, gastaría toda su energía hasta descomponer lo que SHIELD había logrado. Mientras la centrífuga separaba los componentes de las muestras, tuvo algo de tiempo para pensar a la par que esperaba. Accionó una de sus pantallas holográfica para realizar una video llamada.

— ¿Qué mierda quieres? — Respondió la voz de Rogers.

— Necesito algo de tu sangre.

— ¿Ahora? Estoy ocupado limpiando el desastre que hizo tu "protegido".

— ¿Tú? ¿Limpiando? No habrías respondido sino estuvieras en tu habitación. Delegar no es un trabajo tan exhausto. Tienes tiempo para mis peticiones. — Superior prestó aún más atención a la pantalla, Steve se veía más molesto de lo usual.

Chasqueó la lengua antes de hablar. — De igual manera no iré. — Sentenció con firmeza. — Stark arqueó una ceja, ligeramente sorprendido de que no acatara su mandato, pero el Capitán se excusó. — Agentes de SHIELD han merodeado la zona. Aún no realizan un ataque, pero es evidente que nos vigilan. No puedo ir en este momento sin exponerte.

Anthony se reclinó en su asiento, complacido de que el rubio fuese tan prudente. — Consigue más de tus ineptos para reemplazar a los que murieron y deshazte de la peste.

— Llegarán en un par de días si es que no quieres que llamen la atención de los civiles y debamos fingir una guerra con tus policías. No es viable. Lo mejor es aguardar.

Stark suspiró, de nuevo el Capitán tenía razón y odiaba que tuviese razón. — En ese caso continuaré con los análisis sin compararlos con tu suero. Y yo que planeaba recompensarte por obtener algo de tu sangre... — Susurró, a sabiendas de que Rogers había escuchado.

El Capitán reaccionó de inmediato, relajando al instante su entrecejo, actuando igual que un cachorro al cual le dicen que saldrá al parque. — Podría... intentar salir ahora.

— No, no. Ya lo has dicho. Es muy riesgoso. Pero...

— ¿Pero? — Cuestionó con ansiedad y emoción en su voz.

— Estoy esperando unos resultados y la máquina va a demorar un poco. — Mintió, puesto que la centrífuga ya había terminado con su labor. — Así que tengo algo de tiempo libre. Estoy algo aburrido y me preguntaba si podrías endulzar un poco mi vista. No has "descargado" desde hace mucho, ¿verdad?

Steve sentía un nudo en la garganta. Detestaba esa sensualidad en la voz de SIM, aquella que accionaba el interruptor de encendido bajo sus pantalones. — ¿Qué tienes en mente?

— Quítate la ropa.