{Capítulo 4}

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-Estaba perdida.

Mi cuerpo empezó a temblar y mi corazón bombardeaba más cada segundo que el tiempo pasaba. Me dolía mucho el tobillo, no podía levantarme, estaba agotada. Abrí la boca para llamar a Niall y a Harry que se dirigian a la puerta para poder salir. Ellos no me escuchaban y yo pensaba en un final demasiado desagradable como la muerte. La niña corría con toda su alma hacia mí. Al cabo de unos segundos estaba a un metro de mí. Me puse los brazos en la cabeza y lo único que podía hacer era rezar para que nada malo pasase. De pronto escuché la voz de Niall que me llamaba.

-¡Vanessa! ¡Corre!- me gritaba Niall pero no podía hacer nada, no podía ni levantarme, necesitaba ayuda.

-¡No puedo!- le respondí con un grito-¡necesito ayuda!

-¡Quédate ahí, no te muevas!- dijo Niall.

Me quité los brazos de la cabeza y ví como la niña se quedó inmovilizada a unos centimetros de mí. Abrí aún más los ojos y la niña empezaba a derretirse mientra se convertía en una especie de charco de color blanco. Había desaparecido. Me quedé mirando la escena hasta que ví la figura de un chico con un cuchillo que se iba al interior de la casa. No lo ví bien pero estaba segura de que ese chico había hecho tal calamidad pero estaba a salvo. Alguien me cogió de los brazos y me sacó a fuera de aquella aterradora casa.

-Vanessa,¿estás bien?- me preguntó Niall preocupado-¿te ha hecho algo?

-No Niall, tranquilo estoy bien, gracias.

-Lo siento por dejarte sola allí pero...

-No pasa nada Niall, no te culpes, ha sido mi culpa por entrar y además estoy bien.

-¿Segura?

-Sí y ahora volvamos a casa- dije mientras intentaba levantarme- auh, me duele el pie- dije quejándome.

-Espera te ayudo-dijo Niall- ven, súbete- me dijo mientras me ponía su espalda y se agachaba un poco delante mía para que me subiera.

-No, no hace falta, me agarro de tu brazo y ya está.

-Que no Vanessa, ¡no te puedes ni sostener de pie!

-Hazme caso Niall o me enfado- le respondí.

-Está bien, vamos- y me cogí del brazo de Niall.

-¿Y Harry?- pregunté- por aquí no está.

-Ah pues se ha ido hace unos minutos porque estaba muy asustado.

-Entonces esto quiere decir que he ganado la apuesta-dije contenta.

-Pues sí ya sabes lo que tienes que hacer- dijo riéndose, me encantaba cuando Niall reía.

-Cuando lo vea la próxima vez-dije victoriosa.

Era ya de noche, pásamos casi toda la tarde en esa casa. Niall me acompañó a casa y le ofrecí que se quedara pero él se negó y se fue directo a su casa. Tenía todavía la memoria de aquella figura, puedo jurar que era un chico. quien fuera me salvó la vida y estoy eternamente agradecida por ello, si me hubiera quedado 3 segundos más, no estaría en este mundo ahora mismo. Pero, ¿quién era aquella niña y por qué me quería hacer daño? Tenía muchas preguntas y ninguna respuesta. También estaba precoupada por mi hermano, no daba señales de vida,sólo hablé con él cuando me dijo que no dormiría en casa la noche anterior. Le mandé un mensaje al móvil y ví que su última conexión fue hace 1 hora y me quedé más tranquila pero seguía mosqueada. Subí al baño y me duché, necesitaba relajarme. Me puse el pijama y como tenía algo de hambre abrí una bolsa de patatas mientras me sentaba en el sofá. Encendí la tele y me dispuse a verla. El reloj dió las diez de la noche y comenzó a llover. Me levanté y bajé las persianas de las ventanas para que no mancharan el cristal. Fui a la cocina y me hice un sandwich, estaba sola y no sabía cocinar. Sonó el timbre de la puerta y fui sin hacer mucho ruido hacia la puerta. Miré por la mirilla de la puerta y para colmo era Harry, ¿qué hacía aquí a estas horas en mi casa? No quería verlo ni en pintura y menos que estaba sola en mi casa y no. Seguí a lo mío intentando terminar de hacer mi sanwich hasta que llamó otra vez al timbre.

"El Espejo Maldito" |zm|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora