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-Y me quieres decir que nunca has tocado antes?-

Preguntó sarcástico el de gafas redondas tras haber escuchado al menor tocar.

-Bueno, eso pasa cuando lo tienes en la sangre-

Sonrió por su propio comentario mientras colocaba su guitarra a un lado de él.

-Ajam- -Es casi tan cierto como venir a verme y no llamar como debía ser-

Contraatacó Lennon riendo al final sabiendo sobre la pequeña mentira de Paul hace ya bastante tiempo.

El mencionado se quedó mudo.

<<¡¿Como se había enterado?!>>

Se cuestionó McCartney en su cabeza, mientras el contrario se levantaba del sofá en el que se hallaban practicando.

-Ire por café- -Ya vuelvo, mentiroso-

Este fue hacia la cocina dejando a Paul solo y con ganas de querer salir corriendo por la vergüenza, mas se abstuvo de escapar, y por el contrario trató de ponerse de pie manteniendo la calma.

Así empezó a rondar por toda la sala, fijándose en los tonos grises que poseían las paredes, o eso hasta que su vista terminó en un estante donde reposaban algunos cuadros. Se acercó para tomar uno y poder observarlo más de cerca.

La fotografía tras el delgado vidrio mostraba a un joven John, quizá por aquel entonces poseía unos diecisiete años o hasta menos.

Esa foto ya valía oro para el de cabello azabache, quien luego de volver su vista hacia el estante, tomó muchos otros cuadros en los que salía el mismo Lennon en distintas etapas de su vida. Una en particular le causó gracia en la que estaba al lado de una mujer, que a juzgar por el parecido este diría que era su madre, esta estaba riendo mientras el pequeño niño castaño enseñaba su falta de dientes delanteros.

-Mierda, ya encontraste los cuadros-

Escucho el menor por lo que dejo el cuadro de lado para ver a John quien tenía dos tasas en ambas manos.

-Pues te quedaba bien el cabello corto-

Acertó a decir esta vez acercándose para tomar una de las tazas.

-Mi tia solía decirme que tenía una cabeza de gallo-

Ambos empezaron a reír tras la anécdota del mayor a lo que obviamente se transformó en las tablas para una nueva y fresca conversación.

Los minutos y el cafe se iban terminando conforme ellos encontraban nuevos temas que parecían entretenerlos mientras se miraban sin sentirse incómodos con su cercanía.

Hace mucho tiempo que John esperaba sentir eso, y no lo iba a negar.

Se sentía de maravilla.

A B C  [Mclennon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora