Capítulo 5

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JUST A WOMAN.

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Por: Maeda Ai

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.:: Capítulo 5 ::.

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* ¡ I-Ichigo !, mmm !!. . . *

Rukia se aferró al pelinaranja, quien la tenía acorralada contra la pared, sosteniendo su peso; ella con las piernas alrededor de la cintura de ese desgraciado cuyos dedos traviesos y expertos ya se hallaban hundidos en su cálida intimidad, acariciando, estimulando y deleitándola con el tan necesitado placer, pero también torturándola con sus caricias.

* Mo, motto, Ichi. . . *

La misma Rukia cortó abruptamente su ruego al buscar los labios de Kurosaki y besarlos con desesperación, al tiempo en que ella misma ondulaba suavemente las caderas, tratando de obtener mayor contacto con los dedos de su compañero.

Un par de minutos después, el entrar y salir de los dedos del pelinaranja, así como la fricción entre estos y el mojado sexo de Kuchiki, detonaron un fuerte y delicioso orgasmo que la hizo arquear su lindo cuerpo y gemir sonoramente por su gozo, deleitando a su compañero con la erótica e irresistible visión de ella entregada a la lujuria y al placer de la carne.

""Y solo por mí y para mí.""

Pensaba Ichigo.

Rukia respiraba agitada, sin poder apartar sus lindos ojos del apuesto rostro del muchacho.

Ya llevaban un par de meses manteniendo esa extraña relación. Desde aquel primer momento en el departamento del pelinaranja, cada vez subía la intensidad de sus encuentros, como decía él, continuando lo que dejaban pendiente.

Pero ésta era la primera vez que iban realmente más lejos, con sus manos bajo la falda de la chica, explorando la suavidad de su sexo, brindándole placer, masturbándola.

Kuchiki acarició una de las mejillas del muchacho, luego delineó los labios con sus pequeños y finos dedos.

Su corazón latía con fuerza.

""¿Por qué?. . . ¿por qué me gusta tanto?. ¿Por qué siento que él se ha convertido en una obsesión, en una adicción para mí?.""

Se preguntaba la pelinegra, sin hallar una respuesta.

* Onegai !. * _Le susurró, tocando sus labios con los propios en un beso fugaz._ * No me dejes así de nuevo, con las ganas... ¡ te necesito !. *

Los ojos de Ichigo brillaron ante el deseo y la lujuria que lo poseyó tras las palabras de su compañera.

Después, él se dejó llevar por el deseo y dejó de pensar racionalmente.

Con Rukia entre sus brazos, caminó hasta su habitación, donde, casi con brusquedad, recostó a la pelinegra sobre la cama.

* ¿Estás segura, enana?. *

Ella solo sonrió ante la pregunta, besando apenas la comisura de los labios de su compañero. Y el intenso brillo de sus hermosos ojos le dijo a Ichigo todo lo que necesitaba saber.

Con desmedida ansiedad, Kurosaki la despojó de las finas ropas, quedando ante él la hermosa imagen de la total desnudes de Rukia.

Ambos respiraban agitados, él por la ya inevitable ansiedad, ella por el nerviosismo, pero igual deseaba a ese hombre y sus temblorosas y torpes manos tratando de despojarlo de la camisa se lo hicieron saber.

JUST A WOMANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora