Turbiamente me reflejaba en las gotas salpicadas por sus grandes botas. No soporté mi flacucha imagen y me dejé caer, sin pensar en mañana, olvidando mi ayer, sin soportar mi hoy.
Turbio
Turbiamente me reflejaba en las gotas salpicadas por sus grandes botas. No soporté mi flacucha imagen y me dejé caer, sin pensar en mañana, olvidando mi ayer, sin soportar mi hoy.