[DANSE MACABRE] JM&JK

8.

Realmente no pense tardaria tanto en actualizar, he tenido un mes de locos (en todo el buen sentido) y lo que tenia antes de irme se me borro (ok eso no fue bueno) espero sigan por acá aunque este sea algo cortito...

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Estaba molesto, y eso no lo negaría nunca, el solo hecho de imaginar como aquella mujer dejaba marcas por el cuerpo de jungkook lograba que toda mi sangre hirviera y pequeños puyones se instalaran en mi cabeza, definitivamente era algo que desearía mantener lejos de mi cerebro si quería evitar alguna migraña. Tampoco era tonto, supe desde el primer instante que él me estaba ocultado muchísimos detalles aunque el motivo lo desconociera, pues no es que jungkook fuera tímido al momento de hablar de chicas antes, así que suponía que estaría alardeando de su candente noche hasta dejarme sordo, sin embargo su estado de ánimo era sombrío y podría decir que hasta muerto.

Y he de admitir que aquellas últimas palabras me dejaron completamente sin aliento, el solo hecho de escucharle decir que no permitió que le besara dejo mi corazón a millón y a mi cuerpo con continuos escalofríos por doquier, eso de alguna manera me había emocionado por más estúpido que pudiera sonar. Como una pequeña fuente de luz en medio de tanta oscuridad, al final me acerque a su oído y susurre un pequeño gracias seguido de un beso en su frente y continúe leyendo para mí.

Habían pasado ya varias horas desde que Jungkook se había quedado dormido, al principio se distrajo leyendo pero luego se quedo casi embelesado observando su rostro y escuchando el suave sonido de su respiración, y la verdad era que Jungkook y una obra de arte no tenían nada que diferenciar, pues el menor había sido dotado por todo lo bello que Dios podría ofrecer. Y esto no era solo por fuera, pues con el tiempo entendió que detrás de esa fría fachada se escondía un ser humano bondadoso, amable y con mucha bondad.

Jimin sin darse cuenta se encontró acariciando las mejillas del menor y cerrando los ojos ante el contacto. A sinceridad era algo que ya no podía evitar y mucho menos negarse, le gustaba Jungkook a pesar de que muchos pudieran considerar aquel sentimiento como algo enfermizo, anormal o que atentaba contra la voluntad de Dios, pero la verdad era que él no podía controlar lo que sentía y de nada servía vivir en la negación pues eso no cambiaría absolutamente nada.

Jungkook esbozo una pequeña sonrisa que le hizo ver adorable y no pudo evitar sonreír ante la imagen y de paso acercarse un poco a sus mejillas para darle un pequeño beso, bueno quizás fue más bien una media luna, pero eso quedaría como un secreto. Jimin sintió su cara arder ante el acto y sus labios hormiguear de una manera tal que nunca había sentido, su corazón se aceleró significativamente y con algo de pánico comenzó a observar por todos lados respirando al entender que nadie se percató de su pequeña travesura y volviendo a acariciar las suaves hebras del menor hasta quedarse completamente dormido con aquella figura en sus piernas.

Despertó con un extraño peso sobre su cuerpo, no recordaba el haberse quedado dormido o haber cerrado las cortinas de la habitación ni mucho menos el haberle colocado el seguro a la puerta, pero la verdad era que todas aquellas cosas habían pasado y el no pudo evitar que un escalofrío recorriera su espina dorsal al imaginarse que alguna de las chicas del servicio los hubiera encontrado de tal manera y que luego de eso comenzara a especular pues la posición en la que actualmente estaban distaba mucho de cómo habían iniciado hace unas horas atrás.

Jungkook ahora se encontraba abrazado a su pecho con la mitad del cuerpo casi extendido sobre el suyo mientras sus manos abrazaban su estrecha cintura, y no sabía que de todas las cosas sentir primero. Si miedo porque algún extraño les observara de esa forma o vergüenza por la cercanía e intimidad de la posición en la que estaban, jimin estaba a dos segundos de encarrilarse por la primera opción hasta que una pequeña nota en la mesita de noche llamo la atención, reconocía esa caligrafía y su simple oración le hizo respirar nuevamente.