[DANSE MACABRE] JM&JK

24.

Después de todo en unas horas volveríamos a aparentar, una vez que el sol se posara sobre el Sena, regresándonos a nuestra realidad.

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Al otro día partimos junto a la salida del sol, obviamente en coches distintos a los que una vez usamos y en horarios diferentes. Siendo Jimin el primero en partir esta vez, yo le seguí una hora más tarde y nos dirigimos a la parte trasera del jardín de la mansión de Leonard.

Al ingresar ya estaba todo el movimiento por parte de los empleados, algunos otorgando miradas curiosas y otros sin realmente prestarnos mucha importancia y ocupados en sus asuntos. Caminé inmediatamente a la habitación que tenía asignada y procure por un cambio de ropa más adecuado, observe mi reflejo en el espejo y a pesar de estar cansado tenía cierta felicidad que me era difícil de ocultar, y que sobrepasaba cualquier otro sentimiento. Y aunque lo único que quería era colarme a la habitación de Jimin y dormirme a su lado, la verdad es que no podía seguir abusando de la amabilidad de Leonard y lo más prudente era tener aunque sea una conversación breve antes de partir. En especial para agradecerle todo lo que había hecho.

Al parecer no era el único que pensaba de esa forma, pues al llegar al comedor me encontré con Jimin que observaba todo con genuina curiosidad y cierta timidez. Cuando estuve a punto de asustarle acercándome por la espalda, me contuve al percatarme de que Leonard bajaba las escaleras con una enorme sonrisa en su rostro.

-¡Hola caballeros! Lamento mi falta de hospitalidad desde la fiesta, sin embargo tenía unos asuntos urgentes que necesitaban de mi presencia absoluta.

Leonard no había terminado de saludarnos, cuando nos giramos al escuchar los pasos de unas chicas que se escabullían por la otra escalera riendo y con bolsos en las manos. Sus cabellos desarreglados y el notorio sonrojo aun en sus rostros era la prueba viviente de lo que habían estado haciendo; ya entendía la sonrisa en el rostro de Leonard y sus "disculpas" no obstante, eso no era lo más sorprendente, sino que entre aquel grupo se encontraba un joven de delicadas facciones y cabello tan rojo como una manzana; su estatura no era muy alta y su cuerpo era esbelto pero en forma, podría decirse incluso que entre todas las jóvenes del grupo su belleza era la que más resaltaba.

Este último fue quien se atrevió a detenerse frente a la entrada y dirigirle una mirada a Leonard antes de salir, recibiendo como respuesta una atrevida sonrisa y un guiño por parte de nuestro anfitrión. El pobre chico se alteró de manera notoria y su rostro igualó el tono de su cabello en menos de cinco segundos. Giré el riostro para observar como Jimin tenía la mandíbula casi en el suelo y yo no pude contener la risa hasta que el joven finalmente cerro rápidamente la puerta tras de sí.

Admitía que estaba algo sorprendido con la aparición de este joven. Siempre supe que Leonard era una persona de mente abierta y algo despreocupado, pero nunca imagine que llegaba a tales extremos. En especial con la posición social y status que ostentaba.

-Tienes buen gusto

Las palabras salieron de mi boca antes de procesarlas y la sonrisa en el rostro de Leonard solo se hizo más amplia, Jimin hizo una mueca ante mi comentario y me dirigió una mirada mordaz al mismo tiempo en que Leonard estallaba en una sonora carcajada. No hubo necesidad de usar muchas palabras para que el entendiera a quien estaba dirigido mi comentario.

-Siempre lo he tenido, ¡por eso eres mi amigo!

No sé si fue por sorpresa o por instinto, pero ante el comentario de Leonard, Jimin me sujeto del brazo y le observo con desconfianza lo que provoco en este un ataque de risa.

-¡Estaba bromeando Jimin! Conozco mis límites y Jeon no es mi tipo, no tienes nada del qué preocuparte

-¿sentirme ofendido o halagado por tus palabras?