Frenético Aniversario de (San) Valentín

Ruptura de Corazón

7.24 pm

—Mariana, mi amor, ¿te encuentras bien? —Consiguió proferir al fin Ethan.

Ella lloraba en el piso y él también sintió deseos de llorar

Poco sabía el que las lágrimas de su esposa no eran por los golpes; no eran por encontrarse amarrada, humillada o desesperada; ni siquiera eran lágrimas de amor por escuchar como a su esposo se le quebraba la voz al decir su nombre.

Mariana lloraba porque aún amaba a su esposo, y no soportaba que fuese ese el día cuando tuviera que suceder. Le rompía el corazón tener que matarlo en este día, el décimo aniversario.

Ariel los interrumpe. Y a pesar de tener tapada la boca, es muy elocuente. Lo sentó frente a un computador y comenzó a darle órdenes.

Las instrucciones parecían simples y no fueron necesarias mayores explicaciones. Era un ladrón, esto era evidente para Ethan.

«¿Cuánto quería?», «¿Cuánto dinero sería suficiente para terminar esta pesadilla?», pensó.

No dudó ni por un instante, ingresó las contraseñas necesarias y todos los ceros que se le pidieron.

Ariel sonreía, estaba complacido. Se acercó a Mariana, hizo el amago de desatarla, él y ella intercambiaron miradas, pero no la desató. Solo sacó su mordaza, se sentó en el sillón al lado de ella, y como quien disfruta una tarde relajada en su casa, tomo el control del televisor y lo prendió.

Ethan, confuso, giró su rostro hacia la pantalla. Sus ojos casi se salen de sus cuencas, y su rostro se deformo de una manera que ni él mismo sabía que podía hacerlo.