Día 5: Ángel.

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Es increíble como las cosas pueden cambiar de la noche a la mañana. Como por una tonta e inocente acción, toda una vida puede ser destruida.

No sabía que hacer eso estaba mal, nunca me dijeron que estaba mal estar con un humano.

Yo solo quería explorar, conocer este tan peculiar mundo, probar todas sus comidas, bebidas, todas las situaciones que vivían. Al parecer, todo eso para alguien como yo, esta mal.

Quería probar.

Tenía curiosidad.

- ¿No te dejan subir?

Escuché su voz en un momento, estaba observándome, sentía su oscura mirada pasar por mis alas rotas, por los hematomas y los cortes sangrantes de mi cuerpo.

- Dicen que ahora soy impuro.

Me mantuve sentado en el tejado de aquel viejo mausoleo. La espalda me dolía demasiado así que no quería moverme.

Mis alas casi son cortadas.

- ¿Solo por querer explorar el mundo?

Escuché sus pasos rodear la estructura, estaba buscando una forma de subir.

- Dijeron que utilice mal mi libre albedrío, que lo que hicimos esa noche fue una burla a todo lo que conlleva ser uno de nosotros, que fue una blasfemia.

Mientras le explicaba, me quedé mirando como se trepaba al techo y se quedaba sentado justo en frente mío.

- Yo creo que estas mejor así.

Hicimos contacto visual.

Sus ojos rojos hicieron que, por unos segundos, mi cuerpo se sienta pesado.

- Ahora tendrás más libertad y podrás ver, probar y sentir todo lo que te brinda este mundo.

Ahí me di cuenta de lo ciego que fui y de como caí en sus manos tan fácilmente.

Ambos somos iguales.

Somos dos ángeles que cayeron en la tentación más fuerte y placentera.

Tal vez no sea tan malo ser un caído.

Fictober [2018]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora