Día 10: Beso.

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Lentamente mis ojos se abrieron. Me encontraba acostado boca arriba sobre una cama, mi cuerpo dolía a horrores y no recordaba muy bien lo que había pasado antes de estar aquí.

Unos escasos y vagos recuerdos de una pelea cruzaron velozmente por mi cabeza. La noche anterior había peleado con alguien.

— Dalan.

Escuché su voz llamarme, ahí estaba él.

— Abe... ¿Qué...?

Intenté levantarme pero el me detuvo de la manera más suave posible, estaba más al tanto de la situación de mi cuerpo que yo.

— Tienes que descansar...

Guié mis ojos hasta él y logré notar el zarpazo que tenía en una de sus mejillas. Tres grandes cicatrices que no pasaban desperdiciadas, hechas por un mitad dragón. Ya estaba recordando todo.

Me sentí algo mal de haberle hecho eso.

— ¿Hace cuanto que estoy dormido?

— Seis meses.

Lo miré incrédulo, aunque eso explicaba porque la herida de su rostro ya había cicatrizado.

— ¿Qué? ¿Qué pasó en estos seis meses?

Terminé por sentarme en la cama a pesar de los intentos de Abe de detenerme y espere a que me de una respuesta.

— Muchas cosas que se te explicará luego... Lo bueno es que todo terminó de la manera más pacífica posible.

Él se encogió de hombros y se sentó en la cama, a un lado mío.

— ... Perdón.

Aquella palabra salió sola de mis labios. Desvie la mirada al suelo.

— Te engañaron, Dalan, nada de lo que pasó fue tu culpa.

Sentí como una de sus manos se posó sobre mi espalda y la frotó un poco, como una forma de intentar calmarme.

— No importa si fue mi culpa o no, yo... Te lastimé.

Apreté un poco mis labios y frunci el ceño, lo mire unos pocos segundos de reojo, observando con sumo detalle todo su rostro.

— Me parece curioso que solo te estes disculpando por haberme lastimado a mí y no al resto.

No pude evitar mirarlo mal.

— ¿Puedes simplemente aceptar mis disculpas y besarme? No soy idiota, y muchísimo menos ciego, no voy a hacer una escena de novela.

Abe soltó una suave y corta risa por la nariz, y alzó una ceja mirándome curioso.

— ¿Por qué estas tan confiado por eso?

Se movió un poco en la cama para acercarse más a mi, ni siquiera se molestó en disimularlo un poco.

— Se perfectamente porque no quisiste matarme... Y tu sabes perfectamente porque deje que me vencieras.

Ahora yo fui quién se acercó, inclinandome un poco hacia él.

— ¿Cómo estás tan seguro?

Sus ojos se desviaron a mis labios.

— Ciro me contó.

Él nego con la cabeza mientras se mordía el labio inferior, su mano ahora bajaba lentamente por mi espalda hasta posicionarse en mi cintura.

— Me prometió que no le diría a nadie.

Una juguetona sonrisa ahora se alojó sobre mis labios.

— Lo obligué a decirme.

Abe negó nuevamente con la cabeza y rió divertido ante mi respuesta, mientras que acercaba su otra mano a mi rostro, acariciándolo con suavidad y cariño.

— Ahora besame de una jodida vez, Abe.

Literalmente se lo ordene, odio que me hagan esperar. Y él no se negó, apenas terminé de formular la última palabra, se acercó aún más hasta que nuestros labios se unieron en un cálido y ansiado beso.

Un beso que hace mucho tiempo estabamos esperando.

Fictober [2018]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora