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Febrero del año siguiente.
Desde aquella tarde de invierno, las alarmas saltaron más de lo normal. Los titanes aquel día no aparecieron más que algún cadáver o alguno evaporándose. Nada más. Ninguna pérdida en las filas del ejército. Las cosas estaban tomando un camino que la gente no llegaba a comprender.
Tomó lentamente la taza de té entre tus dedos mientras observaba a Hanji examinar y hablar sobre aquel pedazo de roca que contenía el símbolo extraño.
- Definitivamente esto no es de aquí. Es parecido al vidrio, pues es translúcido, pero no se rompe ni se ralla, como un diamante, no puedo catalogarlo.
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Dio un sorbo al té y continuó observando.
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En aquel entrenamiento su amiga Petra estaba más habladora de lo normal y bastante torpe.
- ¿Se puede saber qué has comido hoy?
- En serio Astar, me pone nerviosa hasta a mí, no deja de observarte.
Astar dio una mirada rápida al sujeto que no le quitaba la vista. "Aquel Capitán".
La distracción de verlo un segundo se vio recompensada con un buen puñetazo por parte de su amiga y una sonrisa burlona por parte de él mientras se disipaba de la zona.
