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¡Te digo la verdad! — Taehyung no paraba de mover las manos entusiasmado — Cantas increíble, más que bien, más que extraordinario. Es arte.

Jungkook no paraba de reír y de mirar algo atontado a su mayor, aunque también muy avergonzado.

Estas imaginado cosas Tae, si, canto bien pero no es para tanto — El rubio lo golpeo en el hombro.

¿Que no es para tanto? — El pelinegro sonrió — Es para mucho, mucho.

¡Que cosas dices! — Y el más alto volvió a discutir.

¿Acaso no viste como te felicitaron? ¿Eres ciego? ¿Sordo? No se, estoy empezando a creer que eres algo despistado, todos te amaron. Será el mejor prefacio ¡Ya veras! — El menor abrió la puerta de su residencia y dejó pasar a Tae. Después paso él.

Tu también actúas muy bien, hyung — Tae hizo una expresión un tanto dolida.

¡Yah! ¿Como que hyung? — Cruzó sus brazos nervioso —

Pero eres mi hyung — Se acercó lentamente a él — ¿Que haces?

No me llames hyung. Es como si fuera muy viejo — El pelinegro se rascó la nuca, apenado.

¿Como te llamó entonces? — Dejó sus cosas aún lado, y se sentó en la cama.

¿Daddy? — Tae explotó de risas tras ver la expresión de su menor — ¿Acaso sabes?

Nono, no se que es, mejor cambiemos de tema — El rubio lo miro de forma curiosa y se acercó más a su rostro.

Eso mismito diría una persona que sabe lo que es — El pelinegro respiro sucesivamente.

Fue sin querer, no fue mi intensión, tenía quince años y era algo torpe —

¿Quince años? — Tae no quería mostrar enojo en su rostro.

¿Tu primer amor fue un Sugar Daddy? — Sus risas salieron algo forzadas y flojas, en realidad se estaba ahogando en celos.

¡Noooo!  — Su cara se hundió en la vergüenza  — Yo no estado con nadie, solo tuve curiosidad y  busque en Internet.

El rubio cayo hacia atrás atorándose de risas, aunque por dentro estaba muy feliz de que Jungkook no tuviera a nadie. Era egoísta. 

Sintió el peso de alguien mas en la cama y supo quien era. Sin embargo a pesar de haber soñado esta situación varias veces, Kim no estaba listo para tanto, porque al girar se encontró cara a cara con el menor, y perdió el habla.

Admiro a su acompañante lo que a él le parecieron horas, había algo, algo que lo animaba y asustaba, como si fuera tan familiar, el menor por su parte, sentía desfallecer, quería hasta besarle, pero los nervios y la desfachatez de intentar algo. Lo abrumaban. 

Cuando Tae abrió sus ojos; se encontró abrazando a Jeon, pero muy al contrario de lo que pensó a este no le incomodo ni un poco. Se quedo allí, respirando su aroma y rodeándolo con los brazos, y todo parecía perfecto.

¡HEMOS LLEGADOOOO! ¡Y QUEREMOS COMEEERR COMI-! — Si, todo era perfecto, hasta que interrumpieron. El gesto molesto en su cara se robaba la atención — Jaja, ¿Interrumpimos? 

¿Que quieren? — Despego los brazos de la cintura del menor y ambos sintieron un disgusto por no estar acurrucados  — 

Veniamos a decir si quieren acompañarnos a comer  — Tae volteo.

¿Quieres ir a comer?  — El pelinegro sacudió sus pantalones y asintió  — Vamos entonces.

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⏰ Última actualización: Mar 23, 2020 ⏰

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Pigmentación Amarilla 🌻 KooKVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora