C O R A Z Ó N

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El festival del cual la universidad de Seúl participaba cada año era una gran ceremonia con mucha algarabía; si excluimos las largas horas de ensayo, practica, exámenes y sermones; relativamente era la fiesta más esperada por todos.

El ‘Seoul Lantern Festival’ —el Festival de los Faroles de Seúl. Se creo en el año 2009, el festival había desarrollado una gran popularidad, cada año inmensas y largas  colas se forman en el arroyo Cheonggyecheon, en el centro de Seúl, para poder caminar por la ribera y así contemplar —y tomar preciosas fotos— las estatuas construidas con el mismo papel que se construye un farol.

Bajo el lema de "Historia antigua de Seúl", la universidad de Seul, válida la redundancia, decidió planificar un Festival de Faroles  y Artes Generales, dentro de su plantel.

Taehyung estaba extenuado,  habia practicado hasta el cansancio su libreto, toda la tarde regalada a la inmundicia. ¿Porque no podía actuar bien? Reapareció en su habitación soltando un suspiro, dejo su morral en su cama y se quito los zapatos.

Se colocó un buzo holgado junto a una camiseta manga cero con logo de Nirvana, extendió los brazos y se aupo de un susto cuando percibió la puerta del baño cerrarse.

Era Jungkook.Con el cabello despeinado por usar la secadora, y en boxers negros.

Lo miro profundo, sus pupilas viajaron hasta su abdomen, el cual estaba muy marcado, al igual que sus brazos. Un cosquilleo lo atacó.

No sabia que estabas aquí — La polera cubrió su vista.

Fue, fue un dia difícil — El pelinegro asintió — Jungkook, tú ¿Podrías practicar el libreto conmigo?

¿Yo? — El ojicaramelo asintió.

Por favor — ¿Cómo Jungkook podría decir que no a esa mirada? Asintió. Tae se levanto a traer el libreto.

Practicaré contigo a cambio de que ensaye la canción del prefacio conmigo — El pelinegro vio al mayor sonreír acomodándose en la cama.

Estamos a mano — Le entrego el papel — Solo lee la parte no resaltada, y yo diré mis líneas sin verlas.

Entiendo — Taehyung estaba nervioso ¿Porqué? Razón no había, tal vez — Empiezas tú.

— ¿Tierra firme? —  La cara del rubio expresaba asombro.

— ¡Y qué tierra! Montañas con sol y nieve, un lago, un hotel confortable ¡y nosotros! ¡Encantador! — Jungkook leía.

— Encantador, pero extraño — Tae no dejaba de mirar sus manos.

— Lo que nos hacía falta. ¡Ay, qué vacaciones, Fernando!

— ¡Magnífico! Pero ¿es qué no hay nadie en este hotel?

— Mejor ¡La montaña y nosotros! ¡Hurra capitán!

— ¡Hurra timotel! — Taehyung saltó haciendo reir a Jungkook.

— ¡Es el paraíso!

— ¡El paraíso! — El pelinegro lo miró — Tae aquí entre los paréntesis, eh, ellos se besan ¿Tú?

No te preocupes — El sonrojo de ambos iba en incremento —  ¿Ya comiste? — Desviar el tema era lo mejor.

Yo tengo ramen ¿Comes conmigo? — Asintió.

El pelinegro no tenía nada que ver en su vida, aun así el rubio sentía unas enormes ganas de abrazarlo y nunca soltarlo.

¿Era normal que se sienta así? ¿Que mal tenia gustar de un chico siendo él uno? Nada, esa respuesta generaba mariposas en su estómago.
































































La primera vez que leí  ese fragmento de teatro, pensé que quedaría muy bien con el KookV

Pigmentación Amarilla 🌻 KooKVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora