4

20 1 0
                                    

Alice PoV's

Me acariciaba las piernas con salvajismo y sus labios devoraban los míos en un duelo. Tenia las piernas enrolladas en la cintura de Jonathan, en donde podía sentir toda su virilidad sin necesidad de usar la imaginación.

Agarro mis piernas para llevarme a la sala sin separar sus labios de los míos. Me recostó en el sillón quedando sobre mí acariciándome el pecho y abdomen. Se separo dejándome respirar, se abalanzo a mi cuello dando leves mordiscos que me volvían loca.

– Me encantas Kaleb – Jonathan se detuvo y fue en ese momento que me di cuenta de lo que acababa de hacer sin pensarlo.

– No soy Kaleb – Se sentó en el sillón a un lado de mis piernas mirando a dirección del suelo.

– Perdona, pero me tengo que ir – Me puse de pie lo mas rápido que podía y con mis cosas en la mano salí del departamento dejándolo en la sala en estado de shock.

Me recargue en la pared de fuera y trate de acomodar mi ropa y mi cabello lo mejor que podía, pues parecía loca que acababa de tener sexo, aunque si lo pensaba bien, no estaba muy lejos de estar así, solo me faltaba haber tenido sexo para ser el paquete completo de perdida de cordura.

Saque el teléfono y pedí un uber hasta mi casa, era muy tarde, estaba cansada, parecía loca y estaba algo tomada, aunque después del susto, dudo que tenga alguna gota de alcohol en mi sangre.

El uber llegó y me llevó a mi casa como lo tenia planeado. Me di una larga ducha pensando y reflexionando en todo lo que había pasado. ¿Acaso estoy perdiendo la cordura? ¿Tanto lo extraño todavía? Esos pensamientos azotaban mi mente mientras me bañaba y ponía la pijama para ya dormir.

~ 5 horas después ~

El despertador sonó dejando oír por toda mi habitación una canción que regularmente me haría bailar, pero después de escucharla como mi calvario mañanero por tantos días, ya odio esa canción y solo me provoca quedarme otros 5 minutos aquí tirada y desparramada en mi perfecta y cómoda cama.

Hago mi rutina diaria, voy a clases, procuro no cruzarme con Kaleb y Christian, voy al trabajo y me regreso a mi casa. Hoy no me tocaba practica, así que me salve de ver a Jonathan a la cara después de lo que paso ayer.

Iba caminando tranquilamente directo a mi casa cuando mi celular comienza a vibrar interrumpiendo la música que salia por mis audífonos.

– ¿Hola?

– ¡Alice! ¿Vas a venir verdad? – Miro a ambos lados antes de cruzar la calle y trato de recordar de que me esta hablando Sophia

– ¿A donde tengo que ir?

– No lo puedo creer, lo olvidaste – Me percato que suena música de fondo y cuando le pongo mas atención me doy cuenta que es la playlist que Sophia escucha cuando sale de fiesta.

– Mierda ¿De verdad tengo que ir? – Saco las llaves de mi bolsillo trasero al llegar a casa y entro, dejando todas mis cosas en el sillón.

– Es tu cumpleaños ¡Claro que tienes que venir!

– ¿Te prestaron el auto tus padres? – Me dirijo a mi habitación para entrar a la ducha y arreglarme para la noche que me preparo Sophia.

– ¡Siiii! ¿Paso por ti?

– ¿Podrías? – Abro el grifo del agua dejándola caer en lo que se calienta y me quito la ropa.

– Claro cariño, a las 8:00pm estoy en tu depa ¡Te arreglas! No te quiero toda hecha un desastre.

Conociéndote Otra VezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora