Capítulo 60

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Canción: The Killers - Just Another Girl

Anastasia.

Ya eran las 11:00 de la noche, y yo aún seguía trabajando en la sala de juntas con William.
Mis ojos ya pesaban y mis manos estaban adoloridas de tanto teclear.

- Voy por un cafe. ¿Quieres algo? - se supone que yo era la asistente y era mi trabajo ir por el cafe, pero creeo que a estas alturas tenía algo de influencias y podía ir mi jefe por el.

- No, gracias. - le sonreí.

¡Al fin un momento de paz!. Aproveché mis cinco minutos de descanso y apoye mi rostro en la palma de mi mano. Sin ser consciente mis ojos se cerraron y me dormí por unos minutos, hasta que sentí como unos labios chocaban en mi frente.

- Creo que es suficiente por hoy. - dijo William con diversión.

- Lo siento. - dije cuando al fin mis ojos lo enfocaron.

Me tomó de la mano y salimos hasta el estacionamiento donde estaba el auto de William.

Condujo en silencio por varios minutos, entonces me percaté que no íbamos en dirección a mi apartamento.

- Okay, este es el momento en donde me dices que eres un secuestrador y vas a vender mis órganos. - volteé a verlo. - ¿A dónde vamos?

Sonrió de lado. - A mi apartamento, en eso habíamos quedado ¿no?

¡Maldita sea, lo olvide!

- Oh es verdad. - le sonreí apenada.

Llegamos a lo que al vocabulario de William era un apartamento, pero para mi, era una mansión y eso era una denominación muy corta

Entramos y no pude dejar de admirar aquéllo, por dentro tenia toques rústicos y elegantes. Sin duda William tenia un muy buen gusto.

- ¿Que quieres que te preparé para cenar? Puedo hacer lasaña, pasta, lo que tu me pidas. - sentí sus brazos que me rodeaban la cintura.

Tragué en seco y me volteé . - ¿Y si pedimos pizza? Más fácil .Quiero ir a dormir lo más pronto posible. - me acurruqué en sus brazos.

Sonrió. - Será como tu quieras. ¿Y si pones una película mientras pido la pizza?

- Okay. - William sacó su móvil y sé lo llevó al oído.

Caminé hasta la gran sala, justo enfrente habia una pantalla gigante y abajo de ella una chimenea artificial, me llamó la atención unos cuadros que estaban sobre ella y me acerqué a verlos.
En uno de ellos estaba una chica de cabellos negros y ojos azules, muy bonita.

- En diez minutos llegará la pizza. - La voz de William resonó tras de mi. - Ella es mi hermana menor, Alice. - dijo señalando el cuadro que tenía en mis manos.

- Es muy bella. - sonreí.

- Ellos son mis padres, bueno a mi madre ya la conoces. - me señaló otro cuadro.  -  de mi hermano no tengo, el no es muy aficionado a las fotografías.

- Esperó tener el gusto de conocerlos a todos algún día.

- Y yo también lo espero.

- ¿Y esta? - señalé otro cuadro. Para mi sorpresa era yo, estaba desprevenida, anotando algo en mi cuaderno, sólo se veía mi perfil, y estaba sonriendo.

- Te la tomé sin que te dieras cuenta, me encanta cuando sonríes y me gustó mucho esta foto que la quería tener en un lugar donde todos la vieran.

- Eres muy cursi Will. - sonreí y lo abracé.

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