Capítulo 9

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Canción: Ed Sheeran - Who You Are.

Anastasia.

Ya han pasado días desde la última vez que vi a Alex, se hace una eternidad no poder siquiera verlo.

Hace tres días llego a casa una mujer ya entrada en años, su cabello está cubierto de bellas canas es muy dulce y amable dice que es la nana de Alex su nombre es Elizabeth, y viene de Canadá, de casa de los padres de Alex. Han pasado pocos dias desde que llegó y ya le he tomado cariño.

- Annie ya esta la comida - abrió la puerta de mi recámara.

- Ahora bajo Lizzie, gracias.

Baje deprisa, tenia mucha hambre, mi estomago rugia y no es por exagerar ni quitarle merito a Lauren, pero Lizzie hacia la mejor comida que podia existir.

- Annie, hoy preparé lasaña espero y te guste.

- Eso suena delicioso Lizzie pero no quiero comer sola ¿Me acompañas?.

- Claro muñeca.

Empezamos a comer y a la vez platicabamos de todo un poco, me encantaba que Lizzie me contara sobre la infancia de Alex y sobre lo mucho que estan unidos.

- Lizzie ¿Cuánto te quedaras aqui? - me daba tristeza el pensar que un dia se fuera.

- La verdad deseó establecerme aqui si Alex me lo permite, hasta que el haga su vida. No quiero dejarlo solo y mucho menos despues de...

- ¿De que?¿Después de que Lizzie? - Pregunté inquisitiva.

- De nada Annie, no me hagas caso, ahora si me permites voy a lavar los platos.

Se levanto rápidamente de la silla y me dejó sola con la duda a cuestas.

Resignada me dirigí a la biblioteca y sali al jardín, me sente en la orilla de la piscina y sumergí mis piernas en el agua. Mientras mas leía mas concentrada estaba el libro, resulto muy interesante.
Habia pasado cerca de una hora cuando sentí unos pasos acercarse, baje el libro y volteé para ver quien era.
Me quede estática, conmocionada.

- ¡Alex!

Alexander.

Después de un largo viaje ya me encontraba en el coche rumbo a mi hogar, mis manos sudaban estaba realmente nervioso pero ya ansiaba llegar.
Despues de cuarenta minutos que me parecieron eternos llegué. La sorpresa de que mi nana se encontraba aqui me cayó de maravilla.

- ¡Nana que sorpresa! - corrí a abrazarla.

- Mi niño te extrañe tanto.-una lagrima se escapó de su dulce rostro.

- Yo tambien te extrañé nana. - la abracé fuerte - quiero pedirte una disculpa, la última vez que te vi no me porte bien contigo.

- Alex no tienes por que pedirme perdon, estabas pasando por un momento muy doloroso, y mejor dejemos ese tema atras, no quiero que se te borre esa bonita sonrisa que ahora traes.

- ¿Ya conociste a Anastasia?

- Ya - sonrió pícara - ¿me vas a decir cómo llegó ella aquí?

- Si, pero vamos a mi habitación, aquí nos puede escuchar.

Nos adentramos en mi recámara.  Mi nana es en la persona que mas confió, así que le conté con lujo de detalle todo lo que paso, al principio se alarmó pero terminó por no juzgarme y comprenderme.

- Se que te hizo ocultar la verdad, tienes miedo de decepcionarla, ella te importa mas de lo que estas dispuesto a aceptar.

- Si, nana la verdad es que me importa mucho, ella especial.

Déjate AmarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora