Parte 8

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¡Soy una persona tranquila, la inquieta es mi mente!

Desperté con una rotunda ansiedad de conocimientos, me fue muy bien en el planeta anterior pero ya quería averiguar lo que guardaba el siguiente. Busque al guardián del planeta que seguía en mi recorrido, de pronto en mi camino apareció otra de esas esferas, esta de un color rojo intenso, ese color me llamaba hacia el guardián y con él al portal, eso ya lo tenía muy claro. Encontré no muy lejos al guía quien se llamaba Ara, un tipo muy simpático y carismático. Al entrar al portal con temas rojos al igual que la esfera me encontré con un mundo lleno de vegetación, quede estupefacta con aquellos árboles y frutos que se podían apreciar
por todo el lugar, todo muy colorido pero el color que más destacaba era el verde.
No podía crecer que le pusieran planeta 1304 o planeta rojo cunado abundaba mucho el verde pero bueno, al poco tiempo de llegar Daemonion se convirtió en una guacamaya, fue tan hermoso y creo que le tuve mucha envidia al principio (claro de la buena) y es que porque él tenía la oportunidad de volar por aquellos lugares y yo no, eso no me pareció justo.
Ara nos condujo por los arboles hasta que llegamos a las aldeas que ahí yacían, en este lugar el clima era un tanto tropical, muy cálido para mi gusto en realidad. Fuimos relacionándonos con las personas y ciertamente eran muy amables, hospitalarios y hablaban mucho.
 
Me han ofrecido mucha comida y bebida típica de allí, son muy buenas personas pero no quiero comer tanto y aprovecharme de su hospitalidad, la cual Daemonion ya llevo a su límite comiendo demás, luego no podía ni moverse, el nunca analiza antes de hacer las cosas.
La cultura de estas personas me fascino, tenían variedades de fiestas y lo mejor eran los trajes que acompañaban estas fiestas. Por otro lado estaban sus bailes llamativos, como quiera danzar así. Al parecer eso lo dije en voz alta porque de inmediato me sacaron a bailar y como quería aprender un poco de esto me deje llevar por la curiosidad y la música que hacía que me moviera al compás.
Al terminar cansada de tanto bailar me relaje un poco y los habitantes empezaron a contar historias del porqué de sus bailes. Me pareció algo muy hermoso que todos aquellos bailes tuvieran un significado histórico para ellos, eran como creativas representativas de guerras pasadas, revoluciones, cambios, conquistas, fe, pero sobre todo de unidad entre ellos. Si están juntos nadie podría contra ellos, eso me lo repetían contantemente.
Ya es hora de dormir por acá, me divertí mucho con estas personas, Aras está satisfecho con lo que ha conseguido custodiar, todo esa alegría se debe a la paz que es guarda para este lugar y me enorgullece al menos a ver conocido este lugar tan mágico a su propio estilo con todo y su
versatilidad.
Este planeta no solo me enseño su cultura, me enseño también que nada en el mundo es raro o inaceptable por tan anómalo que esto sea, en nosotros está el valor que cada uno posee, los aportes que des a la sociedad te hacen alguien indispensable para la misma, no si eres alguien bien parecido o muy inteligente, todos somos buenos en algo pero encontrarlo depende de nosotros y de conocernos interiormente,, la diversidad no importa cuando necesitamos ayuda los unos de los otros, si tienes sed acaso importa el color de la mano que
    
te de agua, creo que se aceptaría sin renegar por necesidad. Pensó que los humanos somos muy cambiantes y diferentes pero eso nos hace especiales como las piezas de un rompe cabezas, la unidad es la base de todo triunfo como lo demuestran estas personas en cada uno de sus bailes, recordándose a ellos mismos como personas persistentes y determinantes que no se dejan imponer algo que lastime aunque sea una tercera parte de ellos, son tan cercanos que no dudarían en ayudarse sin pensar y eso quiero conseguir en mi planeta aceptación y unidad sobre todo.
Me quedare aquí un poco más de tiempo, me ha fascinado el lugar y después de todo siempre me digo que debo vivir como si fuera a morir mañana y aprender como si fuera a vivir para siempre y eso estoy haciendo.

El corazón de la humanidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora