VII

1.5K 109 17
                                    


Ya no podía más, se estaba volviendo loco en ese lugar desde la repentina visita de aquel alfa de ojos verdes.

Le había propuesto sacar a todos sus amigos de ahí, lo pensó, en verdad que cruzó por su mente aceptar al instante, pero se negó al final por su razonamiento.

Confiar en los alfas no era la mejor opción.

Gracias a ellos es que se encontraba donde ahora, aún que tampoco había sido tan malo después de todo, conocía a unas maravillosas personas, pero hubiese preferido conocerlos de otra manera.

Se encontraba recostado en su pequeño colchón, al fin había conseguido su semana de descanso de tanto haber insistido al beta.

Pero lo que más le costaba digerir de todo era sobre la visita de Harry.

Sí, recordaba muy bien su nombre.

¿Por qué se tomaría el tiempo de visitarlo tan de madrugada? ¿Cómo es que había entrado? ¿Por qué hablar solamente con él?

Tenía muchas dudas sobre él ahora.

Aún recordaba perfectamente la pelea que había surgido gracias a él.

Jack.

Ya habían pasado algunas semanas y no se sabía nada sobre él.

Lo único que dejó fue una pequeña carta diciendo:

Volveré, no sé cuándo, pero lo haré.

El mundo de todos se fue para abajo al darse cuenta que ya no tenían a nadie que los protegiese, estaban a la deriva de cualquier alfa que buscara problemas.

Parpadeó varias veces suspirando de frustración.

Su mar de pensamientos fue interrumpido por el ruido de la puerta y un gran parloteo por las chicas omegas que chillaban.

-¿Qué sucede?- Preguntó irritado por el escándalo en el que estaban.

-El admirado de Lilian estaba admirando su espectáculo durante toda la noche-.

El corazón le comenzó a acelerar rápidamente, le palpitaba con mucha fuerza haciéndole retumbar los oídos.

Sí el admirador de Lilian estaba afuera, siendo amigo de Harry, eso significaba que él también estaba afuera, con él.

-¿Y qué más sucedió?- Interrogó intentando indagar un poco más a fondo.

Las feromonas de la omega inundaban la habitación, estaba demasiado feliz.

-Pasamos un rato juntos- Habló sentándose en el pequeño banquillo.

-¿Al fin llegaron a algo serio?-.

-Aún no, pero está completamente decidido a estar conmigo-.

Una pizca de envidia le recorrió el cuerpo de solo imaginar la maravillosa vida que pudiese llevar.

Pero de inmediato desapareció, no tenía él porque tenérselo, eran una familia, ver el crecimiento de todos era motivo de admiración.

-Eso me alegra mucho Lilian, estoy muy feliz por ti- Admitió de corazón.

-También estaba el otro alfa, Harry, dijo que te mandara esto-.

Le tiende un pedazo de servilleta doblado en algunos trazos.

-No he leído nada si eso es lo que te preocupa-.

-Descuida- Se apresura a decir fingiendo estar completamente desinteresado -¿Por qué lo manda?-.

Mi Omega -Larry Stylinson-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora