Capítulo 3

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Eran la 1:00 de la mañana, desperté porque mi celular estaba sonando sin parar, miré al otro lado de la cama y Keana no estaba, seguramente estaba en casa de algún o alguna amante, tome mi móvil y mire varios mensajes de Alexa como llamadas perdidas, eso me preocupaba ya que ella casi nunca me mensajeaba a esa hora, abrí su chat y me asuste cuando leí los mensajes.

💬Alex: Laur, ven ayúdame, necesito tu ayuda es urgente.

💬Alex: Por favor Lauren, ven, moriré.

💬Alex: DESPIERTA!!! VEN AHORA - Su último mensaje había sido hace 2 minutos -

💬Yo: Ahora mismo voy para allá - Envié el mensaje -

Salí de la cama y puse mis crocs, no tuve tiempo ni de cambiar mi pijama por ropa normal, lave mi rostro lo más rápido que pude para así despertarme, después bajar a la sala de estar, tomar las llaves del auto y dirigirme al estacionamiento, salí del edificio a toda prisa, subí al auto, lo encendí y comencé a conducir hacía el departamento de Alexa, diez minutos después me encontraba frente a esté, el portero del edificio me miró y quizo reír un poco por mis fachas, después me miró algo preocupado.

"Pasa algo señorita Jauregui?" - Preguntó acercándose -

"Alguien a venido a visitar a mi amiga?" - Pregunté curiosa -

"No señora, la señorita Ferrer no a recibido ninguna visita"

"Esta bien, acompañeme, me dijo que tenia una emergencia" - Le dije al chico y camine hacia el ascensor - Llegamos a la puerta del departamento y di pequeños toquesitos, Alexa no habría así que decidí entrar con la llave de repuesto que todas teníamos, al abrir la puerta todo estaba sumamente en orden, quizás su problema era en la habitación, decidí llamarla. "Alex, estoy aquí, que pasa?" - Pregunte -

"Laur, estoy aquí en la habitación" - Grito aterrorizada, mire a Steven y este saco su arma, nos dirigimos con cuidado hasta su habitación estando en la puerta de esta mire a Alexa de pie en su cama y fruncí el ceño, revise la habitación junto a Steven y en está no había nadie.

"Alex cual era la urgencia?" - Pregunte un poco confundida -

"Esa" - Señaló a la pared -

"Cual?" - Me acerque, seguía sin entender - "No veo nada"

"Ahí Lauren, hay una araña" - Dijo y mire a la mencionada -

"Una araña, Alexa, me sacaste de mi cama y del departamento en pijama solo por una araña?" - Pregunte divertida -

"No te burles" - Dijo con pánico - "Vamos matala" - Dijo aterrorizada -

"No voy a matarla Alex" - Reí - "Steven lo siento, ya vimos que no es tan grave como pensamos" - Dije viendo al hombre divertido -

"Tranquila señora para eso estamos"

"No me digas señora" - Dije quejándome -

"Lo siento Lauren" - Sonrió - "Con permiso, buenas noches"

"Buenas noches" - Sonreí y él salio de la habitación - "Así que una araña?" - Pregunte divertida -

"Vamos protegeme" - Camine hasta la pequeña área indefensa e hice que subiera a mi mano - "Ven Alex no es tan mala"

"NOOOO" - Gritó y salió de la habitación hacía la sala de estar yo estalle en risas -

"Alex no va a pasarte nada, no seas tan miedosa" - Camine hasta el sofá donde ella estaba escondida -

"Lauren Michelle Jauregui Morgado, si das un paso más hacía mí te juro que no vuelvo hablarte en lo que me reste de vida" - Dijo y rodee los ojos -

"Esta bien" - Camine hacia la puerta -

"¿Que haces?"

"La libero" - Me encogí de hombros -

"Noo, va a matarme"

"En el pasillo no te hará nada Alex, no voy a matarla, ahora sal de ahí miedosa" - Reí un poco -

"No te burles de mí Jauregui, acaso tu no tienes miedos?" - Alzo una ceja -

"No Ferrer, yo no tengo ningún miedo" - Afirme -

"Ni perderme a mí?" - Pregunto indignada - "Entonces iré a buscar una amiga que si mate arañas, alguien que quien si le importe y me cuide de morir"

"Touche amiga" - Rodee los ojos al escuchar lo último - "Es solo una araña, no ibas a morir, además no te cuido? No me mportas? Solo tu me sacas de la cama y en pijama a altas horas de la madrugada solo para que mate a una araña" - Camine hacía la puerta - "Me voy Ferrer"

"Oye no Laur, yo te quiero" - Me alcanzo en la puerta y se abrazo a mí - "Gracias por venir a rescatarme, perdón por llamarte tan tarde, pero sabes el miedo que le tengo a las arañas" - Hizo un tierno puchero -

"Ya lo sé, pero realmente me asustaron tus mensajes, creí que te había pasado algo, me alegra saber que estás bien" - Sonreí - "Mañana que le cuente a Verónica morirá de risa" - Dije divertida -

"No le cuentes" - Se cruzo de brazos -

"Oh, si que lo haré, buenas madrugadas" - Le dio un beso en la frente y no espere respuesta, cerré la puerta -

Debía admitir que Alex me había levantado un poco el ánimo, tenía tres mejores amigas que estaban locas, y lo mejor de todo es que eran mis amigas y colegas, podía compartir todo el día con ellas, porque siempre tenían una nueva ocurrencia por decir o hacer, las calles de New York en las madrugadas eran algo silenciosas obviamente habían poco tráfico de autos, pero no era como en el día, más en la mañana que vas al trabajo o en la tarde que sales de el, pasas horas atrapada en el tráfico, amaba New York, era una ciudad muy bonita, por algo le dicen la gran manzana, es una ciudad muy luminosa, también amaba su clima, me encanta cuando es invierno y cae la nieve, mi lugar más frecuente a visitar es central park, amaba central park en primavera, pero invierno me encantaba más, disfrutaba mucho salir a caminar bajo la nieve, el frío es algo que me encanta y me encantaba sentirlo de esa manera, faltaba un par de meses para que fuera invierno, y yo deseaba porque ya sucediera, esta sería otra navidad más que pasaría sola en el departamento ya que en estas fiestas Keana siempre viajaba a Francia, la navidad pasada había decidió no ir a casa de mis papás, aún seguía algo resentida con mi papá, y con mi mamá estaba molesta por permitir que mi papá la tratará así, pero quien era yo para enojarme o reclamar algo? Mi esposa me trataba igual, y no me defendía, me ponían los cuernos con cualquiera y no reclamaba, iba perdida en mis pensamientos cuando ví un taxi y un grupo de personas alrededor, baje la velocidad de mi auto, y escuche gritar que llamaran a emergencias, mi instinto de doctora me hizo detener el auto y bajar inmediatamente, cuando me acerque había una niña algo golpeada, y corrí hasta ella.

"Permiso, disculpe que paso?" - Pregunté al taxista -

"No lo sé ella derrepente se atravesó, no quise golpearla, pero parecía dormida, sone el claxofon varias veces y no se detuvo" - Iba a tocar a la niña -

"No, no lo hagas, soy doctora la revisaré" - Dije evitando que el moviera a la niña - fui a mi auto por mis cosas y regrese, tomé la presión y sus signos vitales, después de eso llame a una de las ambulancias de mi hospital, la cual llegó en cinco minutos, ayude a los paramédicos a colocarla en la camilla y puse un collarín alrededor de su cuello, cuando cerré la ambulancia el taxista me llamó.

"Cual es su nombre doctora?" - Preguntó él -

"Lauren Jauregui" - Dije viéndolo -

"Pagaré los gastos del hospital, puedo ir con usted?" - Preguntó -

"No tiene que hablar con los policías antes?" - Pregunté confundida -

"Ellos pueden tomar mi declaración en el hospital, realmente quiero estar cerca de la niña" - Dijo -

"Bueno, hable con ellos y sigame" - Subí a mi auto y al hombre hablar con los policías que habían llegado uno de ellos subió con él al taxi, yo encendí mi auto y comencé a conducir, por el retrovisor pude ver como el taxista me seguía, mi cabeza iba pensando en esa pobre niña, pedía a Dios que el golpe no fuera grave.

La Primera Y Última (Camren) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora