Siempre había buscado ser especial, diferente; única. Me devoraba uno y mil libros donde la chica era una joven que tenía una vida extraordinaria… algunas veces no le pasaban cosas buenas, pero su vida seguía siendo para mi interesante, porque ella o él, eran únicos. Nunca pensé que este deseo se convertiría en algo tan horrible, tan detestable… en mi peor pesadilla. Yo no busque esto, simplemente llegó, yo no busque una vida así, sino que esta vida me tomó; me transformó. Tal vez esta no sea una historia de amor, de sacrificios, de guerras… no, estas palabras son mi vida, la cual trato una y otra vez de ver en forma objetiva, pero no lo consigo. ¿Cómo volver el tiempo atrás? No tengo idea. ¿Cómo volver a ser esa chica de dieciséis años que se sentía apartada del mundo, pero fuera de peligro…? Tampoco se eso, algunas veces pienso que no sé nada… solo estoy aquí, en este mundo, tal vez fui una casualidad del destino, o quizás no. Las cosas maravillosas, o la vida que yo encontraba maravillosa no se buscan, sino que simplemente llega. Esta es mi historia, es mi vida. Palabra tras palabra dejo plasmado lo que alguna vez sentí, y lo que sigo sintiendo hasta ahora. En mi lucha tuve que conocer a nuevas personas, porque mis amigos se habían ido… y aunque trate de refugiarme una y otra vez en mi mundo; entre las páginas de un libro, no lo conseguí, porque mi realidad era más importante que esas páginas.
Por muchos años pensé que mi vida había sido un error, que solo era una entre la multitud de tantas y tantas personas, pero al paso del tiempo me di cuenta que esto no era así. Que cada uno de nosotros está aquí, en este mundo, con un propósito en concreto; propósitos que pueden ser grandes o pequeños, pero no por eso dejan de ser importantes. Durante este tiempo comprendí el valor de una vida… y como cuando una vida se va, todo cambia. Y también me di cuenta que lo único que siempre tendremos es a nosotros mismos… nuestra fe, nuestra esperanza, porque todo lo demás se puede ir en cualquier momento, y cuando perdemos nuestras ganas de luchar, es cuando nos perdemos a nosotros mismos.