Capítulo 1

240 12 1
                                    

-Mamá ¿Por qué se fue? yo quiero que se quede -pregunté llorando.

-Ya hija, no llores, a su padre le ofrecieron empleo en Canadá y se tuvieron que mudar, mi pequeña-dijo mi madre mientras me acariciaba la cabeza con su mano.

-Pero lo voy a extrañar mucho-dije sorbiendome la nariz.

-shh.

Y poco a poco me quede dormida en los brazos de mi madre.

*12 años después*

"Llamando a pasajeros del vuelo 1004 con destino a Londres, por favor abordar, a la puerta de embarque número 2"

Al escuchar el llamado de mi vuelo, me levanto del asiento de espera que estaba ubicado frente a puerta de embarque del vuelo que voy a tomar.

Estaba muy nerviosa ya que era la primera vez que viajaba completamente sola pero... Siempre hay una primera vez para todo ¿no?

Al llegar a la puerta de embarque un señor de no más de cuarenta años revisó que mi pasaje y mi pasaporte estuvieran en orden, después de eso le indicó que podía dirigirme hacia el avión.

Al ver la columna que me había indicado la azafata que era de solo dos asientos me situé en el lugar que indicaba mi pasaje y mientras me acomodo mi pequeño bolso negro de lunares blancos en los cajones superiores de mi lugar veo que mi compañero de asiento es la verdadera copia del Ken de la barbie. Estaba mirando por la ventana.

-Hola-dije y sonreí un poco tímida

Él al voltear sonrió.

-Ah, hola- dijo y en su tono percaté que era muy seguro de sí mismo.

Luego de mirarme por unos segundos frunció el ceño como si pensara en algo y de repente su cara se tornó alegre en un gesto rápido.

-¿Alejandra? - me preguntó.

Dios, ¿cómo sabía mi nombre?

-¿Nos conocemos? - pregunté algo nerviosa.

-¿No te acuerdas de mi? - bramó.

Fruncí el ceño, me parecía conocido, esos ojos azules tan hipnotizantes, labios carnosos, hermosa sonrisa, y ese lunar, me parece conocido...

-¿Dylan? - le pregunté algo dudosa.

-El mismo-dijo mientras me guiñó un ojo.

Dios no había cambiado casi nada, no se como no lo reconocí antes, Dios Alejandra, ¿cómo no puedes reconocer al que era tu mejor amigo de infancia? Recuerdos vienen a mi mente, jugábamos bajo la lluvia ensuciándonos de barro, en la piscina, no puedo negar que fueron mis mejores momentos de cuando era niña. Hasta qué el se fue a Canadá a vivir... Recuerdo que lloraba por mi mejor amigo, pero... ¿que niña de 7 años no lo haría después de perder contacto con su mejor amigo y no saber nada de él?

-Dios Dylan, tanto tiempo... ¿Cómo has estado? - pregunté muy animada por el reencuentro.

-Alejandra como has cambiado si no es por tu pelirroja cabellera, no me fijo que eres tú-dijo con una sonrisa de medio lado.

-Tú tampoco cambiaste mucho-dije mientras lo miraba fijamente.

Si, no había cambiado nada, tenía esa sonrisa perfecta, esos labios rosados y sus ojos... Esos ojos azules como el mar tan hipnotizantes, sin contar que se veía corpulento, con hombros anchos, brazos musculosos, cintura estrecha... Si definitivamente tenía forma de triángulo invertido, seguro trabajaba su cuerpo por lo que podía ver.

-¿Sigues ahí? - dijo algo divertido sacándome de mis pensamientos.

Pestañee un par de veces para tratar de volver a la realidad.

-Oh... Si, solo estaba pensando... en cuando va a despegar el avión-mentí.

Nos sentamos luego que la azafata no los indicará.

Unos minutos después ya empezábamos a movernos y los nervios se apoderaban de mi.

Cogí muy fuerte la mano de Dylan que estaba en su pasamanos.

-Oye, ¿estás bien? - pregunto en un tono preocupado por mi fuerte agarre.

Alejandra cálmate, sueltalo un poco y relajate.

-Oh... Bueno solo es que... Estoy un poco nerviosa-murmuré.

-Y ¿por qué?-preguntó frunciendo el ceño

-Es que es la primera vez que me subo en un avión-le susurré.

-Oh... No tengas miedo, todo va a ir bien-dijo para tranquilizarme.

A new beginningDonde viven las historias. Descúbrelo ahora