Capítulo 10

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Pasamos un rato en el centro comercial, estaba algo lleno por que era sábado en la noche, comparamos muchas cosas para Annabelle

Estamos de tienda en tienda y en este momento estábamos a punto de entrar a una de perfumes...

-NO, ya no voy a entrar en otra tienda!-dijo Dylan recostandose de una pared dejando todas las bolsas en el piso

-esta y ya! -dije haciéndole ojitos de cachorro

-profis, porfis, porfis... -pidió Annabelle juntando sus manos haciendo puchero

-lo mismo me han dicho hace una hora y me duelen las piernas - dijo haciéndose el molesto

Dios si se queja.

-Anda no seas... ah, por eso es que estas gordo

Dylan se carcajeo falsamente

-ya va, me estas diciendo gordo? A mi?-dijo mirando a su alrededor como buscando a alguien

-a que otro gordo estoy viendo?-dije aguantando la risa

-crees que soy un gordo?-preguntó divertido con media sonrisa

-si

-tus ojos no me dicen lo mismo

Abrí los ojos como platos de la sorpresa

¿Qué?

-yo...

-Dios! Vamos a entrar a esa tienda si o no?-me interrumpió Annabelle

Amo a esa niña.

Que como lo miro? Lo miro normal o soy tan obvia? Dios que pena...

-te pusiste rojita-dijo pellizcandome un cachete y luego volteo para mirar a Annabelle- no Annabelle, me van a dejar en quiebra, ya mi tarjeta esta en cero

-no exageres, solo compramos unas cositas - dije sin importancia

-¿que yo exagero? Solo ve estas bolsas pesan más que tú

-¿me estas llamando gorda?-dije haciendome la dolida - tu eres el gordo y no empieces porque tu solito te ofreciste a cargarlas

-me ofrecí cuando eran sólo 2 bolsas, no me imagine que tendría que cargar 40 más

-Ah si eres quejico, ya nos vamos niñita!-le dije a Dylan

-yo...-se iba a defender pero lo interrumpi

-ya - levante mi mano para que callara- no digas más, nos vamos

-aaay - dijo Annabelle tristemente

Me agache para quedar a su altura

-luego volvemos a comprar más! - dije tratando de animarla

-esta bien -dijo aún triste

Ahora soy la mala del cuento por culpa de Dylan

-que te parece si antes de irnos pasamos por un helado?-pregunte con una sonrisa

-Siii-chillo

-NO -dijo Dylan - nos vamos o cargan ustedes las bolsas

Ah que molesto... Y si lo soborno?

No estaría bien Alejandra... Es que quiero helado y un beso... 

Ummm... Un beso

Si, lo voy a sobornar

Me acerque a el para que mi boca quedará serca de su oído

-que te parece si pasamos por un helado y en el auto continuamos con lo que íbamos -pregunte juguetona

Vamos, vamos di que si... que ganas tengo.

Abrió los ojos como platos

Oh no, metí la pata, el y yo no somos nada así que no tube por que proponerle eso! Y si se da cuenta de que me gusta? Y si ya sabe?

¡NOOO!

Me miro entrecerrando los ojos

-no lo vas a hacer

Que no lo voy a hacer?

-que si

-y si lo haces aquí?-preguntó con una cara de arqueado una ceja

¿que?

-NOO,  estas loco? Si lo voy a hacer en el auto

-juralo-pidio

-no confías en mi?-pregunte con los ojos muy abiertos

-si, pero... Solo juralo

-Ah esta bien desconfiado, lo juro

Sonrió

-vallamos por unos helados-grito Dylan y comenzó a caminar

-que te dijo para que no te dolieran las piernas de repente?- le pregunto Annabelle a su hermano

Dylan voltio a mirarme

-ella siempre aprovechándose - dijo Dylan y empezó a reír

Lo ignore y seguimos caminando hasta una heladería.

Al llegar vimos que hacía mucha cola así que nos pusimos al final de esta, dispuestos a esperar

Annabelle no dejaba de hablar sobre que sabor de helado quería.

Dirigí mi mirada hacia otro sitio y ahí fue cuando vi a Sebastián... mi ex junto con otro chico el cual no estaba nada mal que digamos

¡NO, NO, NO!

Por que estaba en Londres? Que hacia aquí? Se acordará de mi? De que me nege a perder mi virginidad con el y por eso rompimos?

Claro que se debe acordar idiota

Estaba atrás de nosotros en la fila y empecé a disimular como si fuera cualquier persona

Pasaron unos minutos y solo quedaba una persona por delante, al parecer me había funcionado la táctica y no me había visto

-de que quieres el helado?-preguntó Dylan sacándome de mis pensamientos

El helado? Solo quiero huir de aquí

-oreo -respondí amablemente

-y tu mocosa?-le pregunto a la pequeña

 -fresa -respondió sonriendo mostrando que le faltaban algunos dientes pero aun así era muy cuchi y linda.

 Seguíamos y Dylan empezó nuestro pedido

-Alejandra?-preguntó una voz conocida atrás de mi

¡MALDICIÓN!

Me vio

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BESOS*

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