Papá, oh papá

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A veces había problemas en casa, a veces los gritos eran muy fuertes como para intentar ignorarlos y ahí era cuando calzaba música y auriculares.

Ésta fue una de esas veces.

Vivo en una familia común y corriente, sin nada que la haga muy especial o que la haga resaltar del resto, pero a puertas cerradas las cosas no son (o quizá, son más de lo que me gustaría reconocer) como en las otras familias.

Papá es un obsesivo compulsivo, tiene algún que otro TOC y vive denigrando a Mamá. Mamá es diabética (incurable e irreversible) y tiene varios picos de azúcar por semana, algunos emocionales gracias a todo lo que Papá rezonga. Mamá llega de la jornada laboral (maestra) y se acuesta dos o tres horas hasta que tenga que irse a hacer alguna otra cosa o ir al gimnasio. Hermana va a la escuela de Mamá, son muy unidas. Comparten muchas cosas y entre ellas, el ser las hermanas menores de su familia y esto hace que Mamá plasme en ella muchos temas no resueltos de su propia infancia. Papá llega de su jornada laboral mas larga que la de Mamá y empieza a ordenar aun si la casa ya está ordenada pero está bien, lo entiendo. Cuando de pequeño suceden cosas sobre las cuales te gustaría tener un poco de control pero evidentemente no podés, de grande haces todo lo posible por mantener el "orden" y controlar todo tu entorno

Hay varias cosas que no se pueden controlar, la familia es una de ellas.

Hoy Papá llegó y, como ya arriba planteé, empezó a ordenar con fiereza despotricando a su vez de como todos éramos un desorden y no servíamos para vivir en una casa "ordenada" (a su criterio, claro).

Como habitualmente suele pasar, agarró de punto de descargo a la persona con la que su ser tiene una mayor disonancia: Yo

La cosa iba para rato, tuvieron lugar muchos gritos y está bien, vamos a ser sinceros, algunos quizá me los merecía; no suelo ser muy ordenado pero lo intento, lo juro que lo intento con toda la fuerza de mi alma pero a veces es en vano porque no comparto sus mismos esquemas o sus mismas estructuras y esto es lo que genera tanto choque. En algunas cosas somos muy parecidos pero en otras (en la mayoría) somos dos gotas de agua y de aceite y se nota mucho en como cada uno de los dos se desenvuelve con su medio.

Siempre intenté y traté y probé de acercarme a él de una manera en la que ambos estuviéramos conformes con el otro y a gusto haciendo algo que nos una o simplemente no haciendo nada pero juntos. Juntos. Como dos personas que se aman y algunas veces lo logre pero es como un alpinista novato intentando escalar el mismísimo Everest sin tanque de oxígeno ni las herramientas apropiadas; una odisea digna de contarse a hijos y nietos venideros pero está bien, él es así y sé que me quiere o al menos lo siento de vez en cuando.

A veces... a veces siento que soy solo una decepción y que habla con verdad cuando me dice que ojala crezca de una vez y me fuera así no molesto más y yo ya no entiendo, ya no sé que es lo que hago mal. Quizá es mi manera de ser, quizá son las artesanías que hago, quizá es mi alma la que le molesta, quizá sería más feliz si yo fuera otra persona pero Papá no puedo serlo, soy el que soy y lo que tanto te molesta es lo que mejor llena mi alma de confort y de seguridad. Papá, si tan solo vos pudieras entender que las cosas que hago y te molestan no las hago para perjudicarte o pertubar tu calma y tu quietud, que las coas que hago las hago por mi y para mi. Ojalá Papá algún dia comprendas que tu hijo es bueno y que te quiere y que quiere tu aprobación en algunas cosas, que necesita tu apoyo y al menos un abrazo, un simple y sencillo abrazo podría ser para mi la mejor cura al dolor que por las noches golpea cuando estás mirándome mal o cuando me decís que no voy a llegar a nada en la vida y que voy a ser un mediocre para siempre.

Sé que yo también no me porto bien del todo, sé que más de una vez usé mi facilidad con las palabras para decirte cosas que lastimen, sé que te habrá dolido que te dijese que aprendas a ser padre, sé que a veces no soy un buen hijo pero Papá te prometo que si vos ahora entrases a mi pieza y me dijeses "Hijo, te quiero", yo entre llantos y en un abrazo largamente esperado te diría que yo también te quiero, que para mi lo sos todo y que aún a pesar de todas estas cosas no te cambiaría por nada porque sos MI Papá y vos me enseñaste que ante todo hay que ser buena gente, vos me enseñaste que a mi familia no le va a faltar nada y sos vos el que en un  cierto modo que ni yo comprendo me impulsa a ser mejor persona ejemplificando con tu esfuerzo y tu devoción hacia nosotros.

Yo tengo en claro que a veces haces cosas que no te gustan para que nosotros estemos bien y está bien Papá, lo entiendo, lo valoro y lo respeto como no te das una idea pero Papá, por favor, déjame entrar en tu vida, déjame ser parte de vos déjame conocerte Papá, por favor

Solo... dejá la puerta abierta, Papá

DesvaríosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora