Capitulo 2 Nueva reclusa

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Una nueva reclusa en el ala 3.

Narra Momoko

Estaba organizando los papeles e informes de la prisión, hasta que me llegó uno sobre un nuevo recluso. Al terminar de leerlo me sorprendió, al parecer no era un recluso sino una reclusa, y también por la razón a la que la enviaron aquí. 
Me detuve a pensar en que ala quedaría, después de un rato decidí a cuál asignarla, al ala 3, con Kiji. Mande a llamarlo, y después de un rato este acudió.

Kiji: Pasa algo alcaidesa?

Yo: Si, va a venir un nuevo recluso, y lo asignaré a tu ala, vendrá dentro de 1 o 2 horas.

Kiji: De acuerdo.

Yo: Y hay otra cosa, es una chica - se le veía sorprendido- si lo sé, yo también estoy sorprendida.

Kiji: Pero esta es una prisión para hombres.

Le di el expediente de la chica. Se veía sorprendido, eso era obvio ya que era algo grande y un poco perturbador.

Yo: Bueno te puedes retirar te llamaré cuando este a punto de llegar.

Kiji: Claro.

Y se fue, y se despidió antes de irse.
Después de una hora me llamaron para informarme de la llegada de la reclusa, entonces llame a Kiji.
Cuando Kiji llegó, nos dispusimos a esperar la llegada de la reclusa.
Escuche un fuerte golpe en la puerta, luego tocaron en esta.

Yo: Pase.

Los guardias y la chica entraron, y la empujaron y esto provocó que ella se caiga. La levantaron a la fuerza, pude observar que estaba vendada y atada de las manos, así que decidí que se las quitaran, ya que quería que me viera y observará lo que estaba pasando.

Yo: Quítenle la venda y desaten la.

Al principio parecían desconcertados, y ya me estaba hartando de que sean tan irresponsable y desobedientes, así que con un tono autoritario les dije.

Yo: Ahora.

Rápidamente la desataron y le quitaron la venda, me reí internamente a tal gesto. Ella rápidamente se volteó a ver a los guardias y lamentablemente no le puse ver el rostro, aunque estuviera en el expediente quería verla. Después de que volteara a ver a los guardias, golpeó a uno y los demás la intentaron detener, se hizo un alboroto, y tuve que interrumpir ya que no tenía tiempo y tenía cosas importantes que hacer.

Yo: Basta!!!.
Si no quieres alargar tu condena será mejor que te calmes, ahora ustedes -señale a los guardias- lárguense, necesito hablar con ella.

Los guardias parecían desconcertados, y como perdía la paciencia los mire mal y ellos se fueron. Después de que salieron volví a hablar.

Yo: Bueno, primero lo primero, bienvenida a Nanba, la prisión impenetrable.

Pude ver cómo ella sonrió.

Narra Kiji

Horas antes.

Estaba tranquilo, hasta que la Alcaidesa me llamó, rápidamente fui a acudir con ella. Para resumir dijo que iba a llegar una nueva reclusa, me impresionó ya que esta es una prisión para hombres. Después me avisó que llegaría pronto, me emocione ya que iba a estar en mi ala y es muy linda. Estuve esperando al llamado de la alcaidesa, cuando por fin llego, entre con calma. Después de un rato llego, cuando llegó, no le aparte la mirada.
Como ella estaba atada no se podía percatar. Cuando la alcaidesa ordenó que le quitaran la venda pude observar sus ojos, uno era rojo y el otro verde, eran tan hermosos, momentos después la reclusa golpeó a un guardia eso me sorprendió mucho. Ella notó que la observaba y volteó a verme y yo me limité a sonreír y ella tan solo me ignoró. No pude evitar que mi sonrisa se agrandará, creo que nos vamos a llevar bien.

Si, si había dicho que lo iba a publicar el jueves, pero ese día la inspiración se fue y no logre acabarlo. Lo bueno es que regreso, y aquí está. Espero les haya gustado.

Una mujer en NanbaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora